Palabras
Dice un personaje de “La mujer loca”, última novela de Millás, que “de lo primero que se quita la gente en tiempos de crisis es del marisco y de la filología”, disciplina de las manifestaciones relacionadas con la Lengua. Cuando todos los derechos ciudadanos se están violando, creemos que “nos queda la palabra”; pero ya, ni eso. Tras adueñarse del medio transmisor, el poder político-financiero se ha apropiado del significado, dejándonos el significante vacío: la verdad “comunicada” es la verdad única. Despojados de la palabra, nos queda la sumisión, actitud que puede llegar a ser adictiva.
21 may 2014 / 22:00 H.