Padres del Alonso Alcalá luchan por no perder una clase
En manos de la “lotería”. La reducción de una unidad de 3 años en el colegio Alonso de Alcalá aboca a los padres a depender de un sorteo, ya que hay 38 solicitudes para 25 plazas. Los afectados recogen firmas para que sus hijos no queden separados de los hermanos que ya están en ese centro.

El presidente de la asociación de madres y padres, Antonio Ramírez, explica que la pérdida de una unidad hace que haya 38 solicitudes —32 de ellas de familias con otros hijos en el Alonso de Alcalá— para 25 plazas. El responsable muestra el apoyo del colectivo a las movilizaciones de los progenitores, que recogen firmas para que la Junta de Andalucía dé marcha atrás. En un escrito, los afectados critican que la pérdida de una clase supondrá que el próximo curso los menores excluidos del Alonso de Alcalá sean reubicados en otros centros, con la consiguiente separación de sus hermanos durante varios ejercicios. Añade que la medida va en detrimento de la ley autonómica 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género y que contraviene las políticas de la Junta y el Ayuntamiento, al ir “contra la conciliación de la vida familiar y laboral”, pues muchas de las madres de los pequeños trabajan.
Para los perjudicados hay formas de mantener las dos unidades de 3 años que tiene desde hace tiempo. De hecho, aseguran que todo resulta viable, que existe espacio suficiente y que se podría recurrir a otros niños que solicitaron el colegio José Garnica Salazar, relativamente cercano. “Tratan a los niños como objetos. Creemos que no se habla de jarrones. Hace falta voluntad”, dice sobre el problema uno de los padres, Francisco José Díaz.
El controvertido asunto se abordó en un consejo sobre escolarización celebrado ayer. Fuentes de la Junta exponen que el motivo de la pérdida de una unidad es la bajada de la natalidad y que los menores que no se matriculen en el Alonso de Alcalá irán al colegio Martínez Montañés, que, si no se adoptara la medida, se quedaría él mismo sin su único grupo de 3 años. Agregan que la decisión se debe a la necesidad de optimizar los recursos públicos. Por su parte, el concejal de Educación, Rafael Cano, subraya que se buscan soluciones. Una sería tener una clase con más de 30 alumnos y otra contar con 2 con unos 15.