Padres con hijos conflictivos piden socorro porque no pueden con ellos

Rafael Abolafia/Jaén
No pueden más. Tienen hijos de comportamiento conflictivo a los que no pueden controlar y solicitan socorro a las autoridades. Uno de los últimos casos se ha dado en Andújar, donde unos padres pidieron a la Fiscalía que se hiciera cargo de su hija, de 16 años, porque se sentían desbordados.

    16 dic 2011 / 11:08 H.

    Andrea Eliana está en plena adolescencia. Vive en Andújar con Gloria, su madre, quien reconoce que su hija le está dando “muchísimos problemas”. El último lo ha protagonizado durante la última semana, en la que ha estado desaparecida de su casa. La joven se marchó del domicilio el pasado sábado tras una discusión con su progenitora. Ella quería marcharse a Cardeña, un pueblo de Córdoba, para trabajar en la recogida de la aceituna. Como la madre no le dio permiso para hacerlo porque tan solo tiene 16 años recién cumplidos, la adolescente hizo la maleta y se marchó de casa. “Se fue con una amiga”, según explica Gloria a JAEN. Volvió a su casa el pasado miércoles, tras pasar cinco días “por ahí”.
    La madre había presentado una denuncia en la Comisaría de Andújar, en la que explicaba todo lo ocurrido. De hecho, todavía hay policías que están buscando a la joven, pues no consta en las diligencias instruidas que haya regresado a casa. Su fotografía fue distribuida por distintos centros policiales de España.
    No es la primera vez que esta chica se marcha de casa. Lo había hecho en varias ocasiones con anterioridad. De hecho, hace unos meses estuvo “desaparecida” varios días. Su madre acudió a las instituciones sociales y judiciales para decir que no podía con ella, que estaba pasando un “vía crucis” y que no sabía qué hacer. Literalmente, pidió socorro. De hecho, la chica estuvo en un centro de protección de menores dependiente de la Junta de Andalucía ubicado en Linares. Allí pasó una temporada. Fue la Administración autonómica la que asumió su custodia de forma temporal.
    El caso de Andrea Eliana es cada vez más frecuente en la provincia. Otros adolescentes como ella suponen un enorme quebradero de cabeza para sus padres. Ocurrió con María del Saliente, la madre de Pozo Alcón que fue condenada por agredir a su hijo y que, posteriormente, fue indultada por el Consejo de Ministros. La mujer tuvo que acudir a la Junta de Andalucía, impotente porque el niño se les había subido a las barbas, como se dice coloquialmente.
    No se trata de menores infractores, ni que estén en riesgo de desamparo. Lo que ocurre con ellos es que sus progenitores no pueden más, se sienten incapaces de controlarlos por sus medios y piden ayudas a las instituciones judiciales. El problema no es nuevo. De hecho, la Fiscalía de Menores lo menciona expresamente en varios informes, en los que critica, además, la falta de respuesta de la administración. “Cada vez con mayor frecuencia se nos presentan padres a plantearnos los problemas de conducta que presentan sus hijos adolescentes y en demanda de ayuda (...) No se trata de menores que hayan cometido hechos delictivos ni que estén en situación de riesgo y desamparo, por lo que la intervención institucional no es posible”, dice la responsable del Ministerio Público, Pilar Sánchez Alcaraz en uno de esos análisis. Y añade: “Los padres manifiestan que no van a permitir más esas situaciones y, ante la falta de una respuesta concreta, que no van a dejar entrar a su hijo en casa. Cuando esto ocurre no existe más alternativa que el ingreso de un menor en un centro de protección, pero nos estamos encontrando con que en la mayoría de los casos dicta resolución por no existir situación de riesgo o desprotección y lo entregan de nuevo a sus progenitores. En otras ocasiones, son los propios padres los que reclaman la vuelta del menor tras permanecer varios días en el centro y haberse calmado un poco”. Los fiscales reclaman “la necesidad de creación de centros y recursos específicos para estos menores con graves problemas de conducta”, por la falta de “respuestas eficaces”.