Pablo VI, beato
El día 19 de octubre tuvo lugar la beatificación de Pablo VI a cargo del Papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano. Y es un motivo grande de alegría, dado lo que sufrió este Papa del siglo XX.
El periodo que Pablo VI estuvo al frente de la Iglesia fue especialmente convulsivo. El Papa, ahora beato, dijo que el “humo de Satanás había entrado por las grietas de la Iglesia”. Era una afirmación impactante que nos puede hacer pensar en el sufrimiento tan intenso por el que tuvo que pasar para hacer esas afirmaciones tan tremendas y, además en aquel entonces, por desgracia, tan ajustadas a la realidad eclesial. San José María nos pedía oraciones por Pablo VI y por el Papa que tenía que venir; y nos pedía oraciones dada la crítica situación que se vivía. Se editaban catecismos dudosos; muchos sacerdotes abandonaron su misión; a veces no se respetaba a Jesús sacramentado, ni tan siquiera por parte de los mismos sacerdotes. Se abandonó la confesión y se arrinconaron los confesionarios. Algunos sacerdotes y muchos cristianos politizaron su misión, queriendo adaptar el cristianismo al marxismo. Los laicos estaban desconcertados ante tanta doctrina dudosa. Se tergiversaron las conclusiones del Concilio Vaticano II y se decían cosas que no correspondían a la realidad. Por otro lado, Pablo VI tuvo que llevar a cabo la continuación de un concilio que se quedó a medias a la muerte de Juan XXIII, que fue el Papa que lo convocó. En otro orden de cosas, hay una frase de Pablo VI que me impactó y que decía: “El peor de los pecados actuales es que se ha perdido el concepto de pecado”. Y esta herencia, como muy bien se ve, por desgracia sigue hoy.