28 may 2014 / 22:00 H.
La desconfianza en el bipartidismo nos ha llevado hacia terrenos más ilusionantes. No siempre pasó así. La irrupción de Podemos es algo asombroso. IU ha subido, pero algo huele mal en una coalición que debería haber acaparado el voto desencantado de la izquierda y que, de haberse renovado, no habría dado lugar ni a Podemos ni a esta situación fragmentaria. Si finalmente Podemos se integra en una coalición con IU, volverá a cometer los errores que llevaron a todos los partidos de izquierdas a ser fagocitados por el prehistórico PCE, dominado por viejos y jóvenes carcas que reproducen los modelos de hace décadas para perpetuarse en la poltrona. Mientras ese dinosaurio llamado PCE no se disuelva será imposible cualquier alianza con otras propuestas alternativas de izquierdas. La derecha, por su parte, sigue sin enterarse y González Pons declara no ver un correctivo al bipartidismo sino una diseminación de la izquierda, o que la extrema izquierda se está merendando al PSOE. Este ya está poniendo medios con al convocatoria de un Congreso Extraordinario. Está bien que el PP no se entere de lo que pasa, igual que IU, mientras gobiernan en Extremadura, algo de lo que no se extraña nadie, pero sí nos echamos las manos a la cabeza cuando se habla de un gobierno PP-PSOE. El poco interés de los ciudadanos en la composición del Parlamento Europeo hace el resto, un desinterés que con mucha probabilidad se extenderá hacia el resto de elecciones, motivado por el desprestigio de los políticos tradicionales. La caída del PP-PSOE posee unas consecuencias directas para el propio sistema en el que vivimos, y esa es la gran esperanza de Podemos y la disgregación surgida del nuevo espectro político. No será fácil cambiar una estructura mental y un paradigma económico devastador, pero hay que dar la bienvenida a lo que ha supuesto una respuesta ciudadana a la desilusión y la desgana, fruto del compromiso y la responsabilidad de todas esas personas que todavía creen que aquí en España se pueden hacer las cosas de distinta manera. Sin duda que otra Europa es posible.