15 may 2014 / 22:00 H.
Hace escasamente unos días recibí la noticia de que el bar “El Bodegón”, que lleva acompañándonos a los jiennenses durante 80 años, cierra sus puertas. En cuanto me enteré de la noticia, me vinieron a la mente multitud de entrañables recuerdos. Fue como si al cerrar los ojos me trasladase al bar al que tanto me gustaba ir los viernes por la noche con mi grupo de amigos. La verdad que ahora llevo tiempo sin ir, pero el recuerdo me llenó de ganas de volver a pasar a la humilde taberna en la que podías elegir entre una gran variedad de vinos. Si cerraba los ojos un poco más, me trasladaba a aquella tiendecita céntrica de Jaén, a la que siempre al salir del mercado iba con mis padres a comprar embutidos. La tienda que en la planta baja tenía una bodega. De tienda pasó a bar, y el ambiente que ha tenido como clientela no ha sido siempre el mismo. Hace tiempo ya que se puso de moda entre la gente joven, que comenzó a juntarse en esa taberna que no era como el resto de los bares de Jaén. Allí podías ir, pedirte la bebida y subir a la tiendecita a por lo que te apetecía comer en ese momento. Eso era lo más atractivo del bar, la originalidad propia de El Bodegón. Espero que ideas como esta, sigan triunfando, y siempre con la misma tradición. Mañana es el último día para disfrutarlo antes de su cierre, así que paisano, te invito a que antes del sábado pases a darte una vuelta por allí.