Orgulloso
Hace unos días se presentaba en la Diputación Provincial de Jaén una iniciativa promovida por unos jóvenes periodistas de esta provincia: 'Orgullosos de Jaén' con el objetivo de crear una corriente, un movimiento de opinión en positivo sobre nuestra provincia, nuestra capital y todo aquello, que es mucho, que atesora nuestra tierra.
Me parece que este proyecto, que ya es una realidad, tiene mucha, abundante y buena materia prima. La principal: el factor humano con el que contamos en esta bendita tierra, la calidez de sus gentes, la hospitalidad de sus habitantes. Sin hablar de su patrimonio cultural, monumental, natural, gastronómico, turístico. Recordaban en la presentación de esta iniciativa aquello de “a Jaén se entra llorando y también se sale llorando”. Quien nos visita, en la mayoría de los casos, aterriza acompañado de unos prejuicios, de un desconocimiento previo que, poco a poco se va tornando en conocimiento, gusto, calidez. Y es que una de las cosas en las que coincidimos los jiennenses es en afirmar que en nuestra tierra hay calidad de vida. Pero nos hace falta un plus de confianza en nuestras posibilidades, un paso más en creer y apostar por el talento propio, de nuestros paisanos. Hay tantos y tan buenos ejemplos de talento, de fortaleza: escritores como Juan Eslava Galán, de Arjona; Antonio Muñoz Molina, de Úbeda; Fanny Rubio, de Linares; músicos y artistas como Joaquín Sabina, Carmen Linares, Raphael; investigadores como José López Barneo, tantos y tan variados nombres conocidos. Pero, también, cuánto talento anónimo “made in Jaén”. Hay científicos jiennenses en la NASA, empresas que desde aquí elaboran productos y ofrecen servicios novedosos, punteros en su sector; grupos de investigación procedentes de la Universidad que están marcando vanguardia; restaurantes cuyas cocinas marcan tendencia; diseñadores de moda, almazaras de aceite cuyos caldos ganan un año y otro y otro los premios más relevantes del sector a nivel mundial, cineastas, actores y gentes de Jaén que, aún trabajando fuera de nuestras fronteras, se encuentran al frente de importantes firmas nacionales e internacionales como es el caso del jiennense Manuel Manrique, al frente de la potente empresa Sacyr, entre otros cuantos ejemplos. Yo también creo que no nos faltan motivos para estar orgullosos de Jaén, orgullosos de nuestra tierra. Lo que sí necesitamos es apostar más por lo propio, no mirar tanto a los vecinos de otras provincias e intentar ser mejores cada día, porque la base ya la tenemos, lo que nos falta es ser algo más engreídos, tener más unión y apostar decididamente por lo propio. Porque lo de fuera no es necesariamente mejor. Yo también estoy orgullo de Jaén.
José Francisco Lendínez es enfermero