Olivos y algo más
Fernando Zaldúa Muñoz/Desde Jaén. Jaén es diferente al resto de Andalucía. Una provincia singular con grandes extensiones catalogadas como espacios naturales, que ha elegido un poema de Miguel Hernández para himno provincial. Un texto que encumbra al andaluz de Jaén como un aceitunero altivo que no sabe de quien son esos olivos.
Cabría decir que Jaén es un país monocultivo, donde se produce aceite, orujos, y subproductos del olivo, y poco o nada de lo demás. Esto es la gran vulnerabilidad de la provincia de Jaén. Una situación paradójica, contradictoria y evidente. Algo ha sucedido en Jaén que ha expuesto a nuestra provincia a un riesgo de exclusión económica y social. En la que sin duda las Administraciones públicas deben tener alguna responsabilidad, pues son éstas las herramientas del gobernante para actuar.
En treinta años el desarrollo de otras provincias, el de Jaén ha consistido en reducir la diversidad de sus cultivos, de las superficies de cereales, tierra calma y dehesas a todo olivo. El valor paisajístico no se tuvo en cuenta, en un desarrollo irracional de una misma cosa. Alguna responsabilidad en ello debieron tener las Administraciones públicas en materia de Agricultura y Medio Ambiente que ha permitido un sistema anárquico de plantación, por muy alineado que aparezca. Parece que el tejido ambiental de Jaén, particularmente, ha ido siendo deshilachado de las hebras que no fueran verde oliva, sacando robledales, prados, encinas, carrasquilla, y todo un tapiz de aglomerados de pequeña flora. Cuando a un tejido se le sacan una a una las fibras para dejar solo una ese tejido se debilita, y se rasga. Investigar suele decir el rector de la Universidad de Jaén, no es un gasto es una inversión; hacerlo en Jaén sobre olivicultora y elaiotécnia es una necesidad estratégica para las autoridades. Hasta ahora hemos conocido el cree usted una empresa, presente un proyecto de investigación y una viabilidad como negocio, pida créditos, y una vez que demuestre usted que su idea de innovación es de éxito le ayudamos con un crédito, y bla, bla bla. Se imaginan ustedes que los Reyes Católicos cuando recibieron a Colón le hubieran dicho: pida un crédito, monte una naviera, y si descubre usted algo y hay oro, con otro crédito blando le ayudaremos. Es hora de que las autoridades estimen que las necesidades estratégicas de las provincias, están por encima de la filiación política,
y la triste y lastrosa sospecha de clientelismo. Jaén precisa liderar científicamente la investigación sobre el olivar.