Oídos sordos

Cuando no se cree en el lenguaje de las urnas, importa el mismo pimiento lo que se diga durante la campaña electoral que el posterior resultado de las mismas. Tras el 25 M nadie ha perdido más votos que el PP y, sin embargo, sigue actuando como si nada hubiera pasado: nada se estremece en el partido, nada en el Gobierno. Consecuentemente, la vida institucional, cuyas riendas sujeta, sigue un curso de aparente y sospechosa normalidad por más inciertas y turbulentas que sean las aguas monárquicas, territoriales, económicas o intrapartidistas. Puede que el tiempo, más que curar, lo pudra todo.

    15 jun 2014 / 22:00 H.