Oficiales solicitan el aumento de plazas en la Guardia Civil por la amenaza del yihadismo

La tijera con la que tantas cosas se recortan desde que comenzó la crisis, también hizo de las suyas en la “fábrica de la Guardia Civil”, la Academia de Baeza. Las consecuencias en este centro, dedicado a formar a los agentes rasos y los suboficiales, comenzaron a notarse en 2010, con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

20 nov 2015 / 10:54 H.

Esta estrategia, que copió el popular Mariano Rajoy al llegar a La Moncloa, hizo que las promociones de nuevos alumnos rondaran el centenar durante un lustro. La tendencia comienza a cambiar, ya que ya son 656 los que se forman en escuela militar baezana. El compromiso del Ejecutivo central es que, en el ejercicio 2016/2017, la oferta de empleo público para la Benemérita ronde las 1.200 vacantes. Este número corresponde a la aplicación de la llamada tasa de reposición, es decir, cubrir todas las vacantes de los guardias que se jubilan o dejan de estar en activo por otro motivo. El aumento, visto con buenos ojos por la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, una de las asociaciones profesionales del Cuerpo, se queda corto para ellos, sin embargo, en un contexto como el actual, en el que el terrorismo yihadista pende como una espada de damocles sobre Europa.
El colectivo recuerda que, desde principios de 2010, cuando comenzó a notarse la caída de alumnos en la Academia, el déficit de funcionarios del Instituto Armado no ha hecho más que crecer. A ello, hay que unir los cambios en la jornada laboral introducidos en los últimos años, como recuerda la Unión de Oficiales, que hablar de “una pérdida potencial de servicio” que cifran en unos 10.000 agentes. Estos mandos consideran que el aumento de la seguridad nacional es “directamente proporcional” al número de policías y guardias civiles, con unas plantillas, dicen “100% operativas y sin carencias”. “Entendemos que se dan los argumentos y razones suficientes para pedir una convocatoria extraordinaria que permita redimensionar la plantilla”, reflexionan sobre el personal del Cuerpo.
Ya hace cinco años, cuando se desvelaron las intenciones del Gobierno de reducir las plazas de ingreso hasta nueva orden, la Asociación Unificada de la Guardia Civil auguró un aumento de la delincuencia en España. En aquel momento, este colectivo calculó que era necesario el despliegue de unos 7.000 guardias más de los que patrullaban los pueblos y ciudades del país en aquel momento. La Unión de Oficiales también sacó a colación entonces los riesgos de los recortes en la Benemérita ante la amenaza de la banda terrorista ETA.
La propia dirección del Cuerpo, en abril de 2010, decidió que era necesario aumentar el número de plazas con respecto a las ofertadas inicialmente, con la aplicación del 10% de la tasa de reposición. Ello hizo que, de los 122 anunciados en un principio, se pasara a 308 alumnos en el centro baezano, a los que hubo que sumar unos 250 suboficiales. Y es que el acuartelamiento baezano, además de ser el centro del que salen los recién incorporados al Instituto Armado, está destinado a la promoción interna y a la formación continua. Aquellos alumnos que se gradúen en la actual promoción, como ocurre cada año, completarán su instrucción con un periódico junto a guardias veteranos, en cuarteles del país. De esta forma, se refuerza la seguridad nacional durante las vacaciones estivales, cuando millones de turistas eligen España para descansar.