Ocio que genera riqueza, aunque no escapa de la crisis
Pepi Galera
Práctica milenaria, ocio y deporte para muchos y, también, negocio para otros tantos. Cada temporada de caza mueve millones de euros en la provincia de Jaén cada año; una fuente de riqueza que, en opinión de los que viven de ella, tampoco se escapa de la crisis. Una de las zonas que más vive —o sobrevive— de la caza es la comarca de Andújar, la llamada capital de la montería. No en vano, históricamente, personalidades de la altas esferas sociales, políticas y económicas visitan estas sierras para participar en monterías.

Práctica milenaria, ocio y deporte para muchos y, también, negocio para otros tantos. Cada temporada de caza mueve millones de euros en la provincia de Jaén cada año; una fuente de riqueza que, en opinión de los que viven de ella, tampoco se escapa de la crisis. Una de las zonas que más vive —o sobrevive— de la caza es la comarca de Andújar, la llamada capital de la montería. No en vano, históricamente, personalidades de la altas esferas sociales, políticas y económicas visitan estas sierras para participar en monterías.
Allí, decenas de empresas “satélite” aprovechan el tirón de la caza para hacer negocio y muchos de sus vecinos tienen en los jornales que se mueven en estos días una fuente importante de ingresos. En temporadas anteriores, se han hecho estimaciones en el volumen de negocio que mueve la caza en Jaén, que se cifran en torno a los 300.000 millones de euros. Una cifra nada descabellada si se cuenta que sólo en una montería se pueden llegar a pagar 9.000 euros por un puesto —pueden colocarse en torno a una treintena en toda una finca— y que, para un día de cacería, se contratan entre 40 y 60 jornales del personal necesario para que se lleve a cabo. Después, están los ingresos por licencias, veterinarios, taxidermistas y armerías, entre muchos otros negocios satélites. Muy en cuenta se debe tener también los ingresos de los establecimientos hosteleros que existen en las zonas cercanas de las fincas y cotos. Así, euro a euro, no es extraño que la caza llegue a mover este volumen de negocio. Una fuente de riqueza que no deja de sufrir las consecuencias de la crisis económica, como el resto de los sectores. Las empresas organizadoras, u “orgánicas”, no tienen más remedio que afanarse en encontrar monteros que llenen sus puestos para no perder la inversión del “alquiler” de la finca. Para ello, en ocasiones, no hay más remedio que bajar el precio de estos y, también, la cifra global de monterías organizadas. La caída del sector del ladrillo ha tenido mucho que ver aquí. Y es que, a la hora de recortar gastos, una jornada de ocio que puede salir por más de 1.000 euros, tirando a la baja —puesto, equipamiento, traslados y comida, entre otros—es uno de los recortes más fáciles.
A pesar de todo esto, la campaña, según cifras oficiales, no será tan negativa. “Las previsiones que tenemos en el comienzo de temporada son bastante optimistas. Desde el 12 de octubre, se han autorizado 318 cacerías en la provincia en todas sus modalidades, cifra que subirá de forma considerable si se tiene en cuenta que se reciben solicitudes hasta mediados de diciembre. La pasada campaña, en esta fecha, se habían recibido la mitad y se cerró con 413 en toda la temporada. Una cifra que previsiblemente se superará este año”, explica el delegado de Medio Ambiente en Jaén, José Castro. “Las condiciones metereológicas adversas del pasado año fueron responsables de la cancelación de muchas jornadas de caza”, destaca. “En cuanto a las especies cinegéticas, también se puede tildar esta temporada como bastante buena. Gracias a la lluvia, la abundancia de alimento ha hecho que la población de muchas especies, como la perdiz, ciervos, gamos y jabalíes haya crecido”, detalla el delegado.