Ocasión de poner fin al maleficio

El guión del encuentro contiene, en teoría, casi todos los elementos que adivinan una historia con epílogo feliz. El equipo de Terrazas, tercer clasificado y opositor al ascenso, recibe al Granada 74, conjunto acuciado por una grave crisis económica cuyos efectos se han trasladado al terreno de juego en forma de salidas de jugadores y sucesivas derrotas —un punto de los últimos 15 posibles—. Para colmo, el cuadro de Carlos María Rodríguez, relevo en el banquillo de Miguel Rivera, añade sal a sus heridas con las ausencias por lesión de Curro Montoya, Torres, Capa y Urtain, además de Guerra, sancionado por acumulación de amonestaciones. Sólo un elemento alienta la esperanza del rival granadino: el escenario. Desde hace 2 meses y medio, el Estadio La Victoria se ha convertido en un terreno fértil para los adversarios del Real Jaén, independientemente de su estado o clasificación. De hecho, hasta siete equipos han logrado salir con botín de su visita a la capital del Santo Reino esta temporada. El Racing Club Portuense (0-0), el San Fernando, (1-1), el CD Linares (0-1), el Puertollano (2-2), el Real Betis B (0-0), el Marbella (1-1) y el Écija (0-0) aprovecharon, con anterioridad, el lastre que supone para el Real Jaén actuar en casa, un déficit que se traduce en 15 puntos menos en la clasificación. La última alegría, frente al Granada CF (3-0), el 21 de noviembre de 2008, empieza a difuminarse por su lejanía.
No obstante, si se aparca el maleficio de La Victoria, el panorama pinta oscuro para el Granada 74.  El aplazamiento del encuentro con el Guadalajara no hizo, quizá, sino inyectar más motivación en los seguidores y futbolistas del Real Jaén, deseosos de celebrar, por fin, una victoria juntos. Por si fuera poco, a las ganas de vencer en casa se añade el efecto de los últimos resultados del cuadro de Terrazas: triunfo en Liga ante el Roquetas (0-1) y éxito en Copa frente al Granada CF (1-0). En la batalla en tierras almerienses, el Real Jaén ganó 3 puntos y perdió a su capitán, Íñigo Ros, que vio la quinta amarilla, por lo que se une a las ausencias de los lesionados Carlos Ortega y Antonio Martos. Su sustituto en el vértice del rombo apunta a Galdós, que realizó uno de sus partidos más completos con la camiseta blanca el pasado miércoles. La otra novedad con respecto al último encuentro liguero atañe a la defensa, a la que regresa Espín una vez cumplida su sanción. Por otro lado, Esparza, que dejó apuntes de calidad en su estreno, esperará su oportunidad en el banquillo, puesto que Dani Guerrero necesita continuidad y a los revólveres de Geni y Arriaga aún les quedan balas. Tampoco le falta humildad a Terrazas, sabedor del peligro que encierran compromisos como el de esta tarde. “En el fútbol nadie te regala nada”, recuerda el vasco para referirse a la situación del rival, un Granada 74 que sueña con puntuar en La Victoria. No sería una sorpresa, sino la continuación de una maldición que debe expirar hoy.