Obstáculo a la maternidad
De vez en cuando los “medios” informan de empresas de todo tipo que no quieren en sus plantillas a mujeres embarazadas o susceptibles de quedarse en estado, y si pueden las despiden o no las contratan. Así se vulneran varios puntos de nuestra Constitución en relación con los derechos humanos, sin que prácticamente nadie eleve su voz para cortar este abuso. Y es que con las honrosas excepciones qie siempre hay, a las empresas lo único que les preocupa es su “ cuenta de resultado”. Es verdad que se debe velar por esa cuenta, y que nadie sensato podría discutirlo.
Pero no se rebajan los gastos de una empresa, o se aumenta su productividad sólo por prescindir de una empleada que está de baja una temporada por haber sido madre. Muchas veces no se cuidan otros muchos factores que sí perjudican seriamente: las ausencias injustificadas de trabajadores, la escasa productividad de muchos empleados, los muchos gastos innecesarios de los directores y altos cargos, que se justifican porque la “empresa tiene que estar al nivel”. ¡Cuánto se podría escribir de esto! Lo realmente triste es que muchos responsables de empresas “hasta ignoran” que toda propiedad, toda empresa, debe tener una “función social”. No sólo es ganar dinero, hay que ocuparse de las personas y sus derechos. Y uno esencial es que una trabajadora pueda ser madre y crear a su familia, aunque esto signifique un trastorno temporal para la organización del trabajo. ¡Qué pena! Además de las muchas dificultades que hoy tiene la familia para tener hijos, estos obstáculos amplísimos en las empresas están consiguiendo que en España muera más gente que nace.