Obras para tapar baches en la N-322
Las obras de emergencia en la carretera Nacional 322 (N-322), a la altura de Iznatoraf, continúan sin pausa. Con estos trabajos, se trata de solucionar un problema que existe desde hace un año. El mal estado de la vía es consecuencia de los deslizamientos del terreno, que se remontan al lluvioso invierno de 2012/2013. Operarios de mantenimiento tuvieron que reforzar, periódicamente, las señales de advertencia en esta transitada calzada y “suavizar” los desniveles de la carretera.

Las grandes grietas del firme, de no ser por las labores de reparación puntuales, hubieran dado lugar a “peligrosos escalones”, casi insalvables por cualquier tipo de vehículo. El proyecto es posible una vez que el Consejo de Ministros, del pasado 11 de abril, aprobó obras de emergencia en toda la provincia, con un montante total de 2,7 millones de euros. A la N-322 le correspondieron 250.000 euros que se invierten en reparaciones entre los puntos kilométricos 184,1 y 185,3.
Las labores actuales se centran en la canalización del agua de las escorrentías. También se colocan pilotes en la parte inferior de la calzada, para, posteriormente, unirlos mediante una estructura de hormigón. Con esta intervención, se pretende dar estabilidad de manera que, una vez reparada la carretera, no se repitan de nuevo los deslizamientos y hundimientos. El mal estado de esta arteria es motivo constante de críticas por parte de los usuarios y vecinos de la comarca. Para poder ejecutar las obras, el camino de servicio, que habitualmente es utilizado por los agricultores para acceder a sus fincas, está cortado para garantizar tanto la seguridad de los trabajadores, como de los propios usuarios. Para lo que aún no hay noticias es para los problemas que se acumulan en otros puntos de la degradada N-322 que, a diario, soporta un elevado número de vehículos. No en vano, es una calzada clave para la comarca de Las Villas y La Loma y fundamental para los desplazamientos que se dirigen al Levante o, desde allí, a Andalucía.
El ejemplo del mal estado de esta carretera es el desvío “provisional” que se localiza en el kilómetro 165, a la altura de Torreperogil. Más de cuatro años de espera y, de momento, solo se realiza el mantenimiento de la vía alternativa. Esta solución causa complicaciones, sobre todo, a los vehículos pesados. Este hundimiento se produjo tras otro largo periodo de espera para solventar otros deslizamientos anteriores. Hubo que esperar varios meses para que se acometieran las reparaciones y, una semana después de la reapertura al tráfico, el firme se vino abajo. Ello ocurrió hace ya cuatro años.
Los problemas de esta carretera nacional, que debería de ser la conexión más rápida entre la comunidad andaluza y la costa levantina, son históricos. Años de quejas y accidentes de tráfico que se dan al mismo tiempo que las demandas vecinales para transformar esta arteria, con un carril para cada sentido de la marcha en la mayoría de su recorrido, en autovía.
En la década de los noventa del siglo pasado ya estaba más que clara la importancia de modernizar esta calzada, pero, aún, se está a la espera. Fueron los socialistas, en su primera etapa en La Moncloa, los que defendieron la necesidad del proyecto;ocho años con el PP en el poder no fueron suficientes para llevar a buen puerto la idea; ni tampoco el regreso del PSOE a la Presidencia del Ejecutivo central lo logró. Al actual Gabinete de Rajoy también se le puede reprochar que los trabajos están inacabados.