Objetivo: llevar aceite a la luna
Manuela Rosa Jaenes / Jaén
Las bondades del aceite de oliva jiennense se promocionan prácticamente en todo el mundo. Desde el año 2003, el producto estrella de esta tierra también viajó hasta el espacio, en concreto el de Sierra Mágina, en una misión de la mano del astronauta Pedro Duque. Ahora, el objetivo es que pueda alcanzar la luna.

Las bondades del aceite de oliva jiennense se promocionan prácticamente en todo el mundo. Desde el año 2003, el producto estrella de esta tierra también viajó hasta el espacio, en concreto el de Sierra Mágina, en una misión de la mano del astronauta Pedro Duque. Ahora, el objetivo es que pueda alcanzar la luna.
La artífice de un proyecto tan ambicioso es Rocío Caparrós del Moral, una vecina de Bélmez de la Moraleda que trabajó en la Agencia Espacial Europea y que, ahora, lo hace en la Federación Astronáutica Internacional, en París. Todo comenzó en una visita que Pedro Duque hizo a Jaén, hace ahora cinco años, cuando tuvo la oportunidad de probar el aceite de oliva de la provincia y quedó maravillado con sus bondades.
El astronauta preparaba, en aquel momento, la misión Cervantes, organizada por el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). Es común entre los profesionales que viajan hasta el espacio llevar pequeñas muestras de productos típicos alimenticios de sus países de origen cuando forman parte de una tripulación multinacional. Fue entonces cuando Pedro Duque planteó a Rocío Caparrós, con quien mantiene una estrecha relación de compañerismo y amistad, llevarse hasta el espacio aceite de oliva de su tierra, Sierra Mágina. Ella empezó a mover hilos para que la iniciativa pudiera ver la luz de la mejor manera posible. Se puso en contacto con Francisco Reyes, actual vicesecretario general del Partido Socialista, para que fuera él quien planteara la idea al Consejo Regulador de Sierra Mágina.
El proceso arrancó y llegó a buen puerto. Las botellas de aceite de oliva se prepararon con sumo esmero, como exigía una misión de tales características. Sirva como ejemplo que una condición indispensable era que el aceite saliera del recipiente gota a gota, la única forma de que se pudiera probar en mitad del espacio. Y así se hizo. Rocío Caparrós cuenta que los astronautas se metían en la boca una hoja de lechuga y, a continuación, una gota de aceite de oliva. El resultado: una ensalada con sabor a Sierra Mágina.
beneficios. Rocío Caparrós, que trabaja como abogada en la Federación Astronáutica Internacional, muestra su satisfacción por el desarrollo de la iniciativa y comenta que hay tres aspectos que son fundamentales en la misión. Por un lado, que el aceite de oliva jiennense viajó al espacio, algo inédito para un sector necesitado de ideas revolucionarias. Por otro, que, a partir de ahora, se analizarán las bondades que el producto tiene para la salud de los astronautas. Se trata de un estudio que ya está en marcha y que pretende dar a conocer las propiedades oleícolas de este zumo en el espacio, pero que poco se puede avanzar aún de él. Y, por último, que abre la puerta a la posibilidad de que el siguiente viaje del aceite de oliva de Sierra Mágina sea hacia la luna, un planteamiento que ya empieza a manejar Rocío Caparrós y que mucho tiene que ver con la gran potencia China. “Ese es nuestro sueño”, concluye.