Obama urge a la UE a reaccionar ya

El presidente de EE UU, Barack Obama, reconoció ayer que la crisis de deuda que atraviesa la Zona Euro es 'un gran problema' para la economía estadounidense e incidió en el interés de su país para que esta situación se resuelva con éxito cuanto antes mejor.

    29 nov 2011 / 11:45 H.

    Fue el mensaje que Obama lanzó a los líderes europeos tras la cumbre anual entre EE UU y la UE, tras subrayar que su país está dispuesto a hacer lo que le corresponda para ayudar a resolver la crisis de deuda.
    Previamente, la Casa Blanca avanzó que Obama pediría medidas más contundentes a los gobiernos de Francia o Alemania. “Se trata de algo que [los líderes europeos] necesitan solucionar y que tienen la capacidad de solucionar”, dijo antes del encuentro el portavoz de Obama, Jay Carney. “Nuestra postura al respecto es y siempre ha sido la misma: que es necesario que Europa actúe con fuerza y determinación, sobre todo con los nuevos gobiernos en Italia, Grecia y España”.
    Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, señaló que el menor crecimiento de la economía global no se debe exclusivamente a la situación de la UE y añadió que otros países también deben tomar medidas.
    No solo la de EE UU. Todas las miradas están fijadas en Alemania y en el BCE pero por motivos diferentes. En el caso alemán, por sus planes de avanzar hacia una Europa a dos velocidades con un núcleo fuerte de países cumplidores del déficit, que serían los que podrían emitir deuda de calidad y no los eurobonos a los que Merkel no se cansa de decir no.
    La emisión de bonos conjuntos con otros cinco países –Francia, Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Austria– que tienen la máxima calificación crediticia, triple A, una especie de bonos de “elite”, es una de las posibilidades que el Gobierno alemán ha valorado, informó ayer el diario germano Die Welt, aunque fuentes del Ejecutivo lo desmintieron.  La emisión de bonos conjuntos podría usarse no solo para financiar el endeudamiento de esos países sino para elevar los fondos, bajo estrictas condiciones, para otros como Italia y España. El objetivo sería estabilizar la situación en los países AAA y “construir un cortafuegos creíble para calmar a los mercados financieros”.
    La CE rechazó esta idea y defendió preservar la unidad de la Eurozona en la lucha contra la crisis de deuda, una unidad que cuestiona el hecho de que Berlín y París estén orquestando un nuevo Pacto de Estabilidad que no requeriría del consenso de los Veintisiete al vehicularse a través de acuerdos individuales con los países, que recibirían el respaldo del BCE para evitar los ataques de los mercados contra su deuda.
    En esa iniciativa se apoyó el Íbex 35 para cerrar con un fuerte rebote del 4,59%, la cuarta mayor subida del año, y consiguió recuperar la cota de los 8.100 puntos, impulsado por el optimismo sobre una posible solución a la crisis de deuda en Europa.
    El vicepresidente de la CE, Joaquín Almunia, se mostró convencido de que los eurobonos se pondrán finalmente en marcha y que Alemania acabará aceptando que son “imprescindibles” para superar una crisis que ha dejado claro que “ya no hay líneas rojas”. Desde el inicio, aseguró, todos los países han tenido que “desdecirse” y “esto va a seguir pasando”. Incidió en que los eurobonos no son viables “mañana” y hasta entonces habra que recurrir al “otro posible agente”: el BCE. En esta línea, el presidente del BBVA, Francisco González, pidió a los políticos europeos que actúen, por una vez, por delante de los mercados y los tomen “por sorpresa”, otorgando un papel más activo al BCE y estableciendo una hoja de ruta vinculante del proceso de fortalecimiento de la gobernanza del euro.
    Mientras tanto, la Comisión Europea negó que Italia y España se planteen pedir ayuda financiera del fondo de rescate de la UE o al FMI para hacer frene al fuerte aumento de los costes de financiación de ambos países en las últimas semanas y ha insistido en que la prioridad son las reformas para reducir el déficit y aumentar el potencial de crecimiento. La directora gerente del FMI ratificó que no ha recibido petición de ayuda por su parte. Redacción/Washington/Berlín