Obama defiende un presupuesto que consolide la recuperación económica
El presidente de EE UU, Barack Obama, ha defendido este lunes en la presentación de su propuesta para los presupuestos de 2013 la necesidad de mantener el gasto público en programas que contribuyan a consolidar la recuperación de la economía estadounidense, que, a su juicio,
se está acelerando y es cada vez más fuerte, por lo que alertó del impacto negativo de recortar de manera demasiado radical la inversión del Gobierno Federal.
"No podemos recortar en aquellos elementos importantes para el crecimiento de nuestra economía", aseguró Obama en referencia al gasto en educación, defensa y energías renovables durante un acto celebrado en Virginia, donde aseguró que la actividad económica del país "se está acelerando y es cada vez más fuerte".
En este sentido, las previsiones económicas que sustentan la propuesta presupuestaria para 2013 del actual inquilino de la Casa Blanca auguran un crecimiento del PIB del 2,7% este año y del 3% el próximo, unas expectativas algo más optimistas que las de muchos analistas.
La propuesta presidencial remitida al Congreso contempla una reducción del déficit cercana a los 4 billones de dólares (3 billones de euros) en los diez próximos años y combina medidas de estímulo a la economía con subidas de impuestos a los más ricos sin perder de vista la carrera presidencial que tendrá lugar a finales de este año en EE UU.
En este sentido, mientras la propuesta presupuestaria de Obama contempla un gasto de 3,8 billones de dólares (2,9 billones de euros), un 2,7% más que en el actual ejercicio fiscal, los representantes del Partido Republicano se han mostrado partidarios de mayores recortes del gasto.
De hecho, la previsión de déficit para 2013 se sitúa en 901.000 millones de dólares (687.785 millones de euros), un 32% por debajo del desequilibrio de 1,33 billones de dólares (1,01 billones de euros) previsto para 2012 y la primera vez que en la 'era Obama' el déficit cae por debajo del billón de dólares, aunque, sin embargo, el presidente de EE UU no lograría cumplir su promesa de reducir a la mitad el déficit durante su mandato.
Desde el punto de vista de los ingresos, las directrices presupuestarias del presidente de EE UU contemplan una subida de los impuestos aplicados a los dividendos cobrados por las rentas más altas, así como el fin de las deducciones fiscales que benefician a grandes compañías, especialmente petroleras.
Por contra, una de las propuestas que mejor recepción ha obtenido entre las empresas estadounidenses ha sido la de acometer una rebaja del impuesto de sociedades que grava a las compañías en EE UU, actualmente situado en el 35%, uno de los más altos a nivel mundial.
| 13/Feb/2012 18:31:03
(EUROPA PRESS)
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