Obama aboga por gravar a los ricos

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha centrado su  discurso sobre el estado de la Unión en la economía y ha abogado por  implantar un impuesto para ricos, al tiempo que ha afirmado que se  opondrá 'a cualquier esfuerzo para volver a las mismas políticas que  provocaron la crisis económica'.  

    25 ene 2012 / 17:45 H.

    "No volveremos a la economía debilitada por la deslocalización, la  deuda y los beneficios financieros irregulares", ha indicado Obama.  Durante su discurso, Obama ha afirmado que la reforma fiscal  debería seguir la 'tasa Buffet' y que las personas que ganen más de  un millón de dólares (767.926 euros) al año paguen al menos un 30 por  ciento de impuestos, mientras que las personas que ganen menos de  250.000 dólares (191.981 euros) al año vean sus impuestos congelados.  Además, ha dicho que las personas que ganan más de un millón de  dólares al año no deben tener impuestos especiales o deducciones.  "Podéis llamar esto lucha de clases si queréis, pero a pedir a un  millonario que pague al menos lo mismo que su secretaria en impuestos  la mayoría de los estadounidenses lo llamarían sentido común", ha  agregado. "Debemos cambiar las normas para que personas como yo y un  gran número de miembros del Congreso paguemos nuestra tasa justa de  impuestos", ha señalado. Obama ha recordado el proceso que siguió la economía antes del  estallido de la crisis y ha señalado que "las personas que estaban en  la parte alta vieron sus ganancias crecer como nunca antes, pero la  mayoría de los trabajadores estadounidenses se vieron asfixiados por  las tasas y las deudas". Así, ha recalcado que "las inversiones y  bonificaciones que los bancos hicieron con el dinero de otras  personas fueron erróneas e irresponsables". Obama ha dicho que el país ha de elegir "entre ser un lugar en el  que a un número limitado de personas le va muy bien, mientras que a  una mayoría creciente le cuesta sobrevivir, o restaurar una economía  en la que todos tengan su oportunidad, todos consigan sus ganancias  justas y todos jueguen con las mismas reglas". "Esto no depende de  valores demócratas o republicanos, sino de valores estadounidenses",  ha agregado. Así, se ha postulado en contra de que haya recortes impositivos  para las empresas que sacan a sus instalaciones y beneficios del país  mientras que las que se quedan tienen que pagar "una de las tasas más  altas del mundo". "Si eres un negocio que quiere deslocalizar  trabajos, no debes tener esa deducción por hacerlo. Ese dinero debe  dedicarse a cubrir a empresas que quieren permanecer en Estados  Unidos. Además, ninguna empresa estadounidense debe poder evitar  pagar su cuota justa moviendo los trabajos y beneficios al  extranjero. Desde ahora, toda multinacional tendrá que pagar un  impuesto mínimo", ha expresado.