NURIA ZARRÍAS GUADALUPO. 'Quisiera crear un escaparate con productos tosirianos'

Olivia Aranda
Esta joven de Torredonjimeno disfruta ideando espacios en los que vivir o trabajar. Su labor como escaparatista y decoradora le permite dar rienda suelta a su creatividad de acuerdo con los gustos del cliente. A sus 31 años ya ha trabajado para grandes marcas y ahora desafía a la crisis montando su propio despacho.

    11 jul 2010 / 10:01 H.

    —¿Qué estudió?
    —Empecé a estudiar LADE pero lo dejé porque siempre me ha gustado Bellas Artes. Lo que pasa es que cuando lo dejé ya era muy tarde y necesitaba algo con salida laboral, así que me metí en un FP2 e hice decoración en Jaén, en la Escuela de Arte José Nogué, después mis profesores me aconsejaron que hiciera escaparatismo en Málaga y me fui allí.
    —¿Cree que el escaparatismo es un arte?
    —Sí, porque es la imagen que da una tienda, es todo reflejado en un espacio muy pequeño, si no tienes ese don para hacerlo nunca conseguirás captar la idea del negocio.
    —¿Cuál es la labor del escaparatista?
    —Lo primero, reflejar lo que la tienda quiere ofrecer y a partir de ahí crear un espacio donde mostrar todo lo que se quiera representar. El escaparate tiene que llamar la atención del cliente y siempre debe enseñar lo que hay dentro para que cuando uno entre no quede sorprendido por la diferencia entre una y otra cosa.
    —¿El escaparate debe transmitir la identidad de la marca?
    —Debe, sí. No siempre se consigue, a veces se intenta maquillar algo que no existe para captar clientes, pero bajo mi opinión siempre debe representar lo máximo posible lo que hay dentro.
    —¿Se preocupan los comercios por sus escaparates todo lo que debieran?
    —Hoy en día no se preocupan tanto como debieran. En los sitios en los que yo he trabajado sí, aunque los negocios a veces muestran un escaparate lo mejor que pueden pero no se preocupan de mostrar una imagen.
    —¿Cree que en Torredonjimeno pasa?
    —Creo que sí, en los pueblos depende de lo grandes o pequeños que sean pero normalmente están acostumbrados a tener su clientela fija y les da igual que el escaparate esté mejor o peor. En las ciudades hay más visitantes y siempre intentan que la imagen sea mejor, también depende de los barrios. En los pueblos se preocupan menos, aquí yo estoy intentando que eso cambie un poco.
    —¿Está trabajando en alguna tienda en Torredonjimeno?
    —De escaparatismo ahora mismo no, estoy haciendo proyectos de decoración. Por ejemplo, acabo de hacer el de una farmacia, pero como escaparatista dentro de una tienda fija, todavía no tengo ningún cliente aquí.
    —¿Por qué motivo cree que es?
    —Yo ahora mismo es que llevo dos meses con el despacho montado y todavía no me ha dado tiempo a publicitarme y darme a conocer, pero cuando me ponga —incluso con la crisis— algo se podrá hacer. De momento, mi publicidad es el boca a boca y en estos dos meses no he parado.
    —¿Qué hace cuando le encargan un cambio de imagen por primera vez?
    —Primero, por supuesto, quedar con el cliente y que me explique lo que necesita. Sabiendo eso yo empiezo a funcionar, veo si habría que cambiar el escaparate entero o hacer obra, porque el escaparatismo abarca la tienda entera, ya que el escaparate se puede extender a todo el local. Yo trabajo con planos que hago por ordenador para ver la distribución y después se hace un levantamiento en 3D.
    —¿Qué elementos suele utilizar en sus escaparates?
    —De todo, desde suelo, paneles traseros, vinilos, cristales, mobiliario antiguo o nuevo, estanterías… todo lo que uno pueda imaginar. Yo he llegado a diseñar mi propio mobiliario para escaparates.
    —¿De qué marca le gustaría trabajar como escaparatista?
    —Me gustaría mucho Zara y todo lo que tenga que ver con ellos, porque me gusta mucho la forma de trabajar que tienen.
    —¿Tiene alguna idea que le ronde la cabeza para llevar a cabo en el futuro?
    —Me gustaría proponer al comercio de Torredonjimeno la creación de un escaparate en el que estén todos los productos tosirianos. Crear un ambiente y un decorado para mostrar los productos que se hacen aquí.
    —¿En qué sitios ha trabajado antes de montar su despacho?
    —Estuve trabajando para El Corte Inglés en Málaga, Granada y Jaén. Luego he estado ayudando a decoradores haciendo proyectos y decorando locales, también he trabajado en tiendas de cocina. Además, hice prácticas en Edim como diseñadora gráfica.
    —¿Qué trabajos le han salido como decoradora en estos dos meses?
    —Desde que he montado el despacho he hecho una cafetería, pisos y la farmacia que comentaba antes, en la que también he diseñado los vinilos, la imagen corporativa y  el logotipo. Ahora estoy con una clínica de fisioterapia y un Chiqui Park.
    —La contratación de un decorador se suele asociar con el alto poder adquisitivo.
    —No hace falta. Yo siempre me intento adaptar al presupuesto que el cliente quiera. Hombre, no se puede realizar el mismo trabajo de decoración con un presupuesto alto que con uno bajo, pero se puede hacer. De hecho, todo lo que estoy trabajando ahora mismo —por la crisis o por lo que sea— son presupuestos bajos y siempre se consigue un objetivo bueno. Con poco presupuesto se pueden conseguir buenos resultados. Hay opciones muy económicas como el vinilo o el papel pintado que imita diferentes materiales.
    —¿Qué es lo que más demanda la gente para sus viviendas?
    —Lo que más suelen pedir es decorar paredes y así reutilizan el mobiliario que ya tienen. O me piden algún detalle para modificar lo que ya tenían. Esto es más complicado que empezar desde cero, pero se le da más vueltas a la cabeza y se consigue.
    —A veces se piensa que el decorador puede despersonalizar tu vivienda.
    —Los decoradores intentamos adaptarnos a lo que el cliente nos pide y a su estilo. Nosotros le orientamos de una manera o de otra, a veces te equivocas pero al final siempre se llega a un acuerdo. Yo, dentro del estilo que me piden, hago varios proyectos y hasta el momento han aceptado mis ideas.
    —¿Cuál es el estilo que más le gusta?
    —El moderno.
    —¿Qué es lo más importante a la hora de decorar una vivienda?
    —Conocer el estilo y las necesidades.
    —¿Qué le inspira a la hora de trabajar?
    —Para mí es algo innato, según me van hablando, ya veo las cosas. Es instintivo.
    —¿Cómo está al día de las tendencias?
    —Yo utilizo sobre todo internet, tiendas que ya conozco, con las que estoy en contacto, y también visito ferias y exposiciones.
    —¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
    —Todo. Todo lo que es crear me encanta.
    —¿Cómo tiene su casa?
    —Yo me he casado y la casa la he hecho totalmente a mi gusto. He combinado el negro con tonos grises y cenizas y con toques de colores fuertes como rojo y morado.
    —¿A sus amigos les gusta?
    —Al principio les contaba que iba a pintar una pared negra en el salón y ellos me decían que estaba loca. Pero cuando han ido a verlo hasta a los que no lo veían bien, les ha gustado.