Nueve años de prisión por disparar seis veces a un vecino de La Guardia

Rafael Abolafia/Jaén
La Audiencia Provincial ha condenado a nueve años de cárcel a José R. R., el vecino de La Guardia de 50 años, que disparó seis veces contra un hombre con el que estaba enemistado. Los magistrados lo han considerado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas.

    22 dic 2011 / 10:26 H.

    La sentencia, que no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Supremo, da la razón a las tesis que defendió la Fiscalía en el juicio, celebrado la pasada semana. El Ministerio Público, representado en la vista por Isabel Uceda, argumentó que el tiroteo no fue premeditado ni planificado por José R. R. Tampoco consideró que hubiera ensañamiento, pese a que el acusado disparó en seis ocasiones contra la víctima. El último tiro, incluso, lo efectuó cuando estaba tendido en el suelo, ya herido de bala. Por eso, la fiscal calificó los hechos como un intento de homicidio y no como asesinato, como planteó la acusación particular, ejercida por el hombre tiroteado.
    Los hechos se remontan al 14 de febrero de 2010. José R. R. llegó al bar de la estación de servicio alrededor de las dos de la tarde y se tomó cuatro o cinco cervezas. Como él mismo declaró en el juicio, estaba “envalentonado” por el alcohol. En el bar lo acompañaba otro hombre al que había intentado vender su finca de olivos esa misma mañana. Alrededor de las cinco de la tarde, se personó en el establecimiento Lucas C. B. Entre ambos había habido más que palabras en más de una ocasión El acusado, que es guarda de campo de profesión, había presentado varias denuncias contra la víctima por furtivismo. Después de esas denuncias, desconocidos cortaron más de 200 estacas de olivar en la parcela de José R. R., quien siempre culpó a Lucas C. B. de lo ocurrido. Sin embargo, nunca pudo probarlo.
    Aquel 14 de febrero, tal y como establece la sentencia, la víctima entró en el bar de la gasolinera. Agresor y agredido se miraron de forma desafiante. En un momento dado, el acusado le dijo: “De aquí no sales vivo”. El local se quedó entonces vacío. A continuación, cogió una pistola que llevaba guardada en una funda de prismáticos. Realizó cinco disparos, mientras que Lucas C. B. intentaba defenderse abalanzándose contra “el pistolero” con un taburete. Minutos más tarde, descerrajó un sexto disparo contra la víctima, cuando el hombre estaba tendido en el suelo y herido de bala.
    En el juicio, José R. R. argumentó que no se acordaba de nada. No negó haber efectuado los disparos, aunque dijo que la pistola no era suya. No obstante, los peritos de la Guardia Civil desmontaron esta versión, ya que ratificaron que el cargador tenía restos del ADN del acusado, es decir, fue José R. R. el que puso la munición en el arma.
    Por todo, los magistrados de la Sección Tercera han impuesto a este vecino de La Guardia una condena total de nueve años de prisión. Le han caído seis años y medio de cárcel por el intento de homicidio y un año y medio más por la tenencia ilícita de armas. El castigo está por debajo de los once años que solicitó la Fiscalía y de los trece reclamados por la acusación particular, según confirman fuentes judiciales cercanas al caso. La sentencia puede recurrirse ante el Supremo.