07 jul 2014 / 22:00 H.
Cada verano se repiten las quejas del cuerpo de Bomberos por la falta de renovación de la plantilla o por las carencias técnicas de los equipos. A estas denuncias se suman desde hace años los impagos de las “horas extras” trabajadas que se fueron sumando de manera escandalosa hasta que decidieron cortar de raíz. El concepto “bajo mínimos” es una constante en sus reclamaciones y la tensión entre agentes y Ayuntamiento crece cada día. El argumento de los especialistas es que desde 2007 no se cubren las bajas que quedan vacantes y eso hace que en verano la falta de personal se agrave. Según sus propias denuncias, el pasado domingo, en determinados tramos, hubo solo 10 agentes cuando su propio reglamento interno estipula 14. Y, a renglón seguido, advierten del riesgo que supone para la población la escasez de personal en caso de que se produzcan varios siniestros al mismo tiempo. Además, de las plazas cubiertas para las vacaciones, los veteranos denuncian que, en algunos casos, proceden de bolsas muy antiguas y que no tienen la formación precisa. Pero el problema se entremezcla con una falta de pagos que enturbia y condiciona toda la relación laboral en un servicio básico en cualquier época y más en verano. En cualquier caso y mientras dirimen, de nuevo, las discrepancias en cómo se debe prestar el servicio y los asuntos pendientes en los pagos, el mensaje que se traslada a la población es de precariedad y de mal servicio a los ciudadanos. Por lo tanto, desde las administraciones competentes se deberían aclarar todos los puntos para dejar claro cómo y en qué condiciones trabajan los Bomberos de Jaén para los ciudadanos de la capital y de los municipios colindantes.