"Nuestra prioridad son los niños que se alojan aquí"

El docente castillero comienza ahora una nueva etapa al frente de la única residencia escolar publica alcalaína, una responsabilidad que asume con mucha ilusión y con ganas de optimizar la gestión, y que compatibilizará con sus cometidos como presidente de Adsur


—¿Cómo se convirtió usted en director de la Residencia Escolar Simeón Oliver de Alcalá?
—Yo tengo mi plaza definitiva en el colegio rural El Olivo, que engloba las escuelas de Mures, Ermita Nueva y La Pedriza, para atender a niños con necesidades especiales. En mayo presentó la dimisión el anterior director de la residencia y la delegada de Educación, Yolanda Caballero, me preguntó si quería venirme aquí por lo menos un año, con la posibilidad, si se hace un proyecto y se acepta, de estar cuatro.

03 sep 2014 / 10:06 H.

 

—¿Cómo se siente?
—Esto es nuevo para mí, aunque en gestión, no, porque, sobre todo gracias al cargo en la asociación de desarrollo Adsur, tengo cierta experiencia en lo relacionado con el personal, la contabilidad y los presupuestos.

—¿Qué tipos de usuarios están alojados en el centro?
—Los hay de dos tipos. Unos son los niños que tienen necesidades especiales porque están desfavorecidos socialmente o sufren problemas familiares. Otra parte de alumnado está formada por mayores, que vienen porque en sus municipios no hay las especialidades que quieren estudiar en Alcalá la Real y gozan de un alojamiento público barato.

—¿Qué puede decir del personal de las instalaciones?
—Uno de los retos es coordinar al personal. El centro está abierto de forma ininterrumpida desde el lunes por la mañana hasta el viernes a mediodía. Contamos con cuatro educadores, dos cocineros, cuatro auxiliares de cocina y tres monitores.

—¿Qué objetivos se marca?
—Uno de los grandes objetivos pasa por ahorrar en la gestión. Por ejemplo, se gasta bastante en gasóleo por la calefacción. He conseguido que la administración consigne un presupuesto para cambiar la calefacción. Me he decidido por el gas ciudad. Con el ahorro del 30% tendremos más dinero para invertirlo en el cambio de ventanas por otras de doble acristalamiento y en aumentar la calidad del servicio.

—¿Cuál será la prioridad?
—Como no puede ser de otra manera, lo primero son los niños, cincuenta este curso. Empezamos por tener una buena comida, una buena asistencia de los educadores y monitores para darles cariño y meterlos en valores y hábitos. El personal está muy comprometido en ese sentido.

—¿Se dará uso a las instalaciones durante todo el año?
—Sí. Tenemos pendiente un convenio con el Ayuntamiento. Hay que rentabilizar la residencia Simeón Oliver y aprovecharla. Puede seguir usándose como alojamiento en verano, para Etnosur o el campo de trabajo, y en otras épocas del año, de manera que la residencia reciba una contrapartida y, de esta manera to-dos satisfechos. La colaboración con el Ayuntamiento es mutua.