Noguerones llora porque su Estrella se apagó

José Rodríguez Cámara/Noguerones (Alcaudete)
Los vecinos de Noguerones tenían ayer dos sentimientos en la cabeza. Pena, porque una de sus vecinas, 'la Estrella', es la última víctima de violencia machista en España, pero también indignación, muchísima, ante un crimen que aseguran que se 'veía venir'.

    20 ene 2012 / 10:23 H.

    El presunto autor de la muerte, su exmarido, todavía no ha declarado ante el juez.
    Si se pregunta en Noguerones quién era Estrella Amaro Morales los vecinos de este anejo de Alcaudete, de poco más de un millar de habitantes, contestan: “La Estrella era muy buena persona, la quería todo el mundo”. Como las palabras se las lleva el viento, ayer los vecinos de la población decidieron que, por si había duda de que esta mujer, muerta supuestamente a manos de su exmarido el miércoles por la noche, era muy apreciada, no la iban a dejar sola en su último paseo, el triste recorrido hasta el cementerio. La hora de comienzo del sepelio estaba fijada para las cinco de la tarde y la comitiva fúnebre salió de la casa donde vivía Estrella Amaro Morales con su madre, el número 16 de la calle Real. Había un centenar largo de personas a la espera de que saliera el féretro de la vivienda, que fue recibido entre lágrimas y sollozos, y, en la puerta, algunas amigas de la víctima explicaban: “Mira, ahí la mató”.
    Antes de llegar a la iglesia, hasta donde el féretro llegó a hombros,  más de quinientas personas, según la Policía Local, es decir, la mitad de la población censada, formaban el cortejo. La cantidad, de hecho, aumentó en el camposanto, donde acudieron vecinos tanto de Alcaudete como de otros puntos de la comarca. Entre los dolientes, el alcalde alcaudetense, Valeriano Martín; su compañera en el Ayuntamiento, la diputada Yolanda Caballero, junto con la también miembro de la Corporación Provincial jiennense, Sofía Nieto. El dolor por la muerte violenta se mezclaba con la indignación. El relato de los testigos, que ya es conocido prácticamente entre  todos los habitantes, es terrible. Amigas de la fallecida, entre lágrimas, aseguraban que, el que es el autor confeso, según fuentes de la Benemérita, Eduardo J. F. M., abordó a la que fue su esposa, con la que estaba a punto de culminar los trámites del divorcio, cuando esta iba a hacer algo tan anodino como bajar la basura. La tenía muy cerca.
    El acuerdo de separación, según allegados de la pareja, establecía que la vivienda conyugal, en el número 18 de la calle Real, era disfrutada, de forma alterna y por un año, por los dos miembros del matrimonio. Actualmente, era el hombre quien residía allí, puerta con puerta con la casa de su excompañera sentimental. Al parecer, el presunto homicida aprovechó  el momento en el que ella salió a la calle, sobre las nueve de la noche, para apuñalarla en varias ocasiones, como confirmó la Guardia Civil. La escena la presenció la mayor de las hijas del acabado matrimonio, peluquera que, precisamente, tiene el negocio en el bajo de la casa de sus padres. Estaba con un cliente y, al ver cómo atacaban a su madre, salió a la calle, dicen los que lo vieron, al grito de “un médico, un médico”. “No lo llames (al doctor) que le he dado bien”, se asegura que le contestó su progenitor. Y llevaba razón, los intentos por reanimar a la herida fueron baldíos, ya que, también según las personas que lo presenciaron, una puñalada le dio directamente en el corazón.
    Antes de que, supuestamente, este vecino de Noguerones acabara con la vida de Estrella Amaro Morales, había estado en el bar del centro de día de la aldea, desde las doce de la mañana hasta las seis de la tarde. Un paisano que se lo encontró antes del crimen deja claro que parecía tranquilo y que solo habló con él del trabajo en el campo, al que se dedica Eduardo J. F. M. Tras la tragedia, el principal sospechoso cogió el coche, fue a Alcaudete y se entregó en el cuartel del Instituto Armado. Lo trasladaron a Alcalá la Real, cabecera de partido judicial, donde el alcaudetense está en los calabozos municipales, a la espera de declarar ante el instructor del caso, al frente del juzgado número 2. La Junta de Andalucía, a través de la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en la provincia, Natividad Redondo, anunció que el Gobierno andaluz se personará como acusación particular en el juicio y que, tanto las hijas como el resto de la familia, tienen a su disposición apoyo psicológico y de otro tipo que presta la Administración en estos casos. Redondo, aunque dejó claro que no hubo denuncias previas por malos tratos, confirmó que Mujer tenía a esta víctima mortal estaba, en palabras de Redondo, “bajo seguimiento”.  Vecinos lo dejan más claro. “Se la tenía jurada”, aclararon.
    La repulsa de los vecinos y la demanda de justicia se trasladó, incluso, al funeral por la fallecida celebrado en la parroquia de Noguerones. El sacerdote, Manuel Carmona, pidió a Dios por las personas y las instituciones que luchan contra la violencia machista, que condenó. “¿Por qué suceden estas cosas?”, se preguntó, para juzgar a continuación: “Nos degradan”. El cura, de hecho, durante el sermón, dejó claro que, para evitar la muerte de “mujeres como Estrella” es necesario que se adopten medidas preventivas. Para ilustrar el ambiente que se respira en el anejo, recordó al profeta Jeremías, y dijo: “Me han arrancado la paz y no me acuerdo de la dicha”.
    Velas para mantener vivo el recuerdo
    Con una hora de diferencia, frente al Ayuntamiento de Alcaudete y en el Parque Municipal de Noguerones, se vivieron dos actos casi gemelos en memoria de Estrella Amaro Morales. El alcalde, Valeriano Martín, leyó un manifiesto de repulsa hacia los hombres que acaban con la vida de una mujer. Con la voz casi a punto de romperse, dijo: “La violencia contra las mujeres se ha convertido en una lacra de la sociedad actual, la cual debemos combatir con todas nuestras fuerzas. Esta lucha debe ser conjunta, ciudadanos y políticos tenemos la responsabilidad de defender la igualdad entre hombres y mujeres”. En la aldea alcaudetense, las palabras dedicadas a la fallecida, o como la definió, “Nuestra Estrella”, causaron más dolor. “Mujer comprometida con su familia y sus allegados, no será una cifra más”, dejó claro el máximo responsable municipal. “No hay palabras”, concluyó. El Gobierno local alcaudetense decretó dos días de luto y la Comisión de la Mujer se reunió para condenar lo sucedido. En Noguerones, la Asociación Las Nogueras, a la que pertenecía, encendió velas en memoria de la que fue su compañera.
    “La música de su guitarra se silenció”
    Francisca González Quero, presidenta de la Asociación Las Nogueras, a la que pertenecía la fallecida, era, además, su amiga. De la víctima destaca su buen carácter, su espíritu participativo, los esfuerzos que hizo por sus hijas y lamenta que no denunciara a su marido.
    Estrella Amaro Morales tenía buen carácter y era “echada para adelante”. Por eso, no era raro que se involucrara en todo lo que ponía en marcha la Asociación Las Nogueras, un colectivo de mujeres de la pedanía de Noguerones que si, por algo destaca, es por su incesante actividad. Por eso, como explica la presidenta de la entidad, Francisca González Quero, con la que forjó una estrecha relación, se prestó a participar en la recuperación de un fandango autóctono y hasta tocaba la guitarra. Pero, como dijo esta amiga, “su música se silenció para siempre”. “Era extrovertida, feliz, muy participativa en la asociación”, la describen.
    Como asegura Francisca González Quero, el miércoles por la noche, se cumplió lo que temían. “Pero no quiso denunciar, fue un error”, sostiene esta vecina que lamenta que fueran vanos los intentos de la fallecida por recuperar su matrimonio. “Le llegó a dar una segunda oportunidad”, explicó la presidenta de “Las Nogueras”, que asegura que Estrella dio este paso por sus hijas. Por “protegerlas”, argumenta, no quiso denunciar las amenazas que, como precisa Francisca González Quero, sufría del que fue su compañero sentimental.