No y mil veces no

No, no y no, señores y señoras ediles de todos los colores, no es en absoluto el camino por donde van el que la mayoría de la población de esta ciudad desea, ni para eso se les ha votado, ni para eso se les paga. Por primera vez, en mi vida de más o menos conexión con la vida política, aunque sea de simple espectador, he sentido físicamente las náuseas de la repugnancia y tan solo he podido aguantar una transmisión de un pleno tan solo diez minutos.

    14 jul 2011 / 18:05 H.

     Pido a quien haya que pedir, a todos, que abandonen la política monográfica del dichoso tranvía, que lo arranquen, que lo adornen, que le hagan un monumento, lo que sea, pero por favor, ¿cuatro años peleándose y en ese estilo que han adoptado, por el tranvía? No, es imposible resistirlo. Solicito mi extradición, lo que sea, todo, menos aguantar las profundas y peligrosas brechas que se ven en esta tierra. Dejamos bien encauzada la vida pública sobre el sereno mar del diálogo. ¿Es que ninguno de los ediles se acuerda de aquel estilo en el que participó? ¿Y después de esa participación en el consenso y en la preocupación tan solo por el bienestar del pueblo, admite participar en estos auténticos frentes de batalla? No hay convivencia, no son chubascos aislados, son tormentas, los truenos no los frenan, los animan a pelear por pelear. Sé que es duro escribir así, sin alfanje ni puñal. Tan solo deseo mostrar al pueblo la senda que han de tomar los que nos tienen que representar durante cuatro años, nada más y nada menos. El buen gobierno y la búsqueda del bienestar de los ciudadanos. Despreciar los insultos y no usarlos como único lenguaje.  ¡Y va para todos!
    Escritor
    Félix Martínez