"No te vayas todavía"

Desde Burgos. Como el ministro mejor valorado del Gobierno en las encuestas, Arias Cañete anda metido en todas las quinielas para casi todo, menos para seguir en los próximos meses al frente de Agricultura. Desde quienes le dan más poder en el Gobierno Rajoy, hasta quienes le ponen en todos los puestos posibles a nivel comunitario, alguien le coloca hoy como vicepresidente de la Comisión Europea, donde ha demostrado conocer bien los pasillos y los entresijos de las negociaciones. Bajo su natural desenvoltura y desparpajo, en ocasiones hasta frivolizar en cosas serias como la alimentación, Arias Cañete iniciaba esta su segunda legislatura en Atocha en febrero de 2012 con un ambicioso programa que, en el caso del sector agrario, lo componían una treintena de medidas. A menos de la mitad de ese mandato, no es momento para hacer balances adelantados, pero sí para hacer un recorrido de la situación en relación con los compromisos más importantes ante los rumores de cambios y la valoración oficial de que en menos de dos años han cumplido, sobre el papel, con todo el programa. Entre luces y sombras se podría hablar de un balance, hasta la fecha, más en positivo, sobre todo, si se tiene en cuenta de dónde veníamos tras las decisiones de Zapatero de colocar peones en la sede de Atocha. Pero, se debe señalar a la vez que, en todo este programa de actuaciones, en la mayor parte de los casos se debe hablar fundamentalmente de enunciados que necesitan su desarrollo para que los mismos cumplan sus objetivos. Nunca había contado el sector agrario con un ministro, tal vez Loyola en cuyo caso era ministra, a quien se le pueda reconocer un cierto peso en el conjunto de un Gobierno, en el partido que le sustenta y con capacidad para sacar adelante medidas a favor de ese colectivo. Por una vez que eso sucede, y con todos esos compromisos y actuaciones sin rematar, a mi entender, Cañete debería seguir. Pienso que se debe cantar por sevillanas “No te vayas todavía, no te...”. Y, si se ha de ir, quien quede ha de ser alguien del equipo capaz de continuar con la treintena de medidas.