No se vayan todavía, aún hay más
Casi seguro que hemos escuchado este verano aquello de: ¿sabes que fulanito se ha ido a Lima?, o eso de: a partir de septiembre tenemos claro que empezamos a exportar! Y esta situación me recuerda a aquel personaje de dibujos animados, creado por el estudio Terrytoons como parodia de Superman, y que se convirtió en un icono cultural básico de la programación infantil de Televisión Española en los años 80: Super Ratón, que hizo de su despedida, por mítica y por difícil de pronunciar: “ … Esto es todo amiguitos, y no olviden supervitaminarse y mineralizarse”, una antología en forma de eslogan, de lo que significa dar buenos consejos para crecer saludablemente.
Y como crecer, en este caso de manera eficiente y sostenible, es lo que necesitan las empresas jiennenses, la despedida de nuestro superhéroe a día de hoy, sería: “y no olviden internacionalizarse y globalizarse”. Dos palabras igualmente sofisticadas, para seguir con lo de los buenos consejos. Y es que un elevado número de empresas de nuestra tierra seguimos no sé cuántos meses después, lamentándonos de que ya no tenemos el dinero que teníamos y que además nuestra estructura se ha visto reducida a menos de la mitad, y que así es complicado. Sin observar que realmente el recurso escaso no es el talento, ni siquiera el dinero. Lo que falta en las empresas son clientes; ese es el verdadero recurso escaso.
Y es por ello por lo que estamos obligados a ponernos en manos de buenos profesionales, porque hay que entender que el escenario es el mundo. El crecimiento ya no va a estar aquí, va a estar fuera. Hay que buscar nuevos mercados. Exportar está bien, tiene poco riesgo (me voy a una feria, monto un estand, cierro un pedidito y para casa). Pero no consiste en exportar, porque así no nos transformamos. La compañía se queda tal y como está. Lo que tenemos que entender es que tenemos que empezar a competir. No salir fuera, sino competir en un mercado global (porque ellos están viniendo a competir aquí).
Para ello hace falta primero estar bien consolidado localmente, porque podemos salir pero para ello tenemos que tener muy claro qué hacemos bien aquí. Y segundo insisto, ponerse en manos de buenos profesionales (hablo de Marketing), porque habrá que saber cómo gano fuera el favor de los consumidores, cómo me establezco, con qué estructura, con qué estrategia, con que alianzas... Porque lo que hemos hecho antes ha sido: tengo/ hago/ produzco “esto” y hay que ver dónde lo puedo vender. Ahora hemos de ver cómo trasladar y adaptar mi modelo de negocio a otros mercados. Y este proceso de internacionalización ya no es un patrimonio de grandes empresas, que además tienen músculo para corregir sus errores (no olvidemos que todas las grandes fueron pymes algún día); sino de las más ágiles. Cuanto más pequeña es una compañía más importante es la estrategia, porque un error puede hacer que cierres el chiringuito. Pero esto requiere un cambio de actitud para conseguir hacer bueno aquello de “no se vayan todavía, aún hay más”.
Directivo de empresas