No se mueren, las matan
Se acerca el día 7, con la convocatoria en Madrid de una marcha contra la violencia machista. Se llenará, e incluso estoy convencida de que altos cargos políticos acudirán a echarse la foto y a no intervenir más en el asunto. Es complicado, lo entiendo. Esto no es solo cosa de los gobiernos, es de la ciudadanía, de la calle, de la realidad. Prevenir el maltrato es algo que debe tratarse desde niños, eliminando desigualdades y estereotipos rosas y azules que nos marcan desde pequeños.
Es dejar de criar princesitas delicadas y machotes que no lloran. Es educar con el único objetivo de formar personas. Es aprender que una mujer puede cometer los mismos errores que un hombre sin ser criticada, o llevar a cabo los mismos triunfos sin que la apaleen a comentarios destructivos. Una mujer no es un objeto para modelar al gusto de la sociedad, es un ser pensante y con libertad, es la parte de los seres humanos que carga con un adjetivo de connotaciones negativas a sus espaldas, “débil”; es la parte de la Humanidad cansada de ser la costilla del otro. Hay mujeres que no mueren, las matan.
Lola Aguayo