'No quiero compasión'

'No quiero compasión'. Esa frase salió de los labios de Ruth B. V., la madre que asfixió a sus dos hijos en el barrio de La Alcantarilla. La recoge el escrito de acusación que contra ella ha presentado su propio marido, Ángel Puertollano, que ejerce la acusación particular y que ha pedido 40 años de cárcel por un doble asesinato.

    27 ene 2012 / 09:57 H.

    Ocurrió el 4 de octubre de 2011, apenas cinco días después de las muertes de los pequeños Álvaro y Alejandro, de 11 y 3 años, respectivamente. Fue en una habitación de la sexta planta del Hospital Neurotraumatológico de Jaén, en un área reservada para las personas que deben estar ingresadas por problemas mentales. Dos policías custodiaban la puerta cuando llegó la comisión judicial, encabezada por el juez Fernando Moral. Ruth B. V. declaró por lo que había hecho. Explicó cómo cometió el doble crimen, cómo preparó el día anterior los medicamentos con los que sedó a los niños y cómo los asfixió con una pequeña manta. Después, intentó quitarse la vida. Sin embargo, tan solo se dio unos cortes superficiales en el abdomen y en los brazos. ¿Por que se detuvo? Según su declaración, le faltó valor y se dio cuenta de lo ocurrido y de que tenía que pagar por lo que había hecho. Fue en ese momento cuando dijo que no quería “compasión”.
    Esa idea ha seguido instalada en la cabeza de Ruth B. V., según explican fuentes de su defensa. “Siempre que he hablado con ella me pide que quiere pagar por el daño que ha hecho”, explica su letrada. La abogada avanza que incluirá en su estrategia de defensa dos circunstancias para intentar atenuar la responsabilidad penal de la parricida: La primera será la alteración psíquica que ha sido diagnosticada por los forenses y que sí ha tenido en cuenta la Fiscalía a la hora de acusar; la segunda es la confesión y la colaboración con la Justicia: “Ruth explicó, desde el primer momento, cómo mató a los hijos. Aportó datos y detalles que, posteriormente, se han confirmado como ciertos y verdaderos por los informes forenses y la investigación judicial. Hay que tener en cuenta esa circunstancia”, añade la letrada.
    Además, baraja la posibilidad de pedir al jurado que decidirá sobre Ruth B. V. que cumpla su castigo en un módulo psiquiátrico, a pesar de que supone una situación “más gravosa” para la acusada: “No se podría aprovechar de los beneficios penitenciarios que supone cumplir la condena en una cárcel normal”, aclara.
    Mientras tanto, ayer mismo, tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por el padre de los niños, presentaron los escritos de acusación provisional contra Ruth B. V. Como avanzó Diario JAEN en su edición de ayer, el Ministerio Público reclama una condena de 34 años de cárcel. Mientras, el progenitor de los niños, representado por el abogado Manuel Gutiérrez Collado, pide la pena máxima por un doble delito de asesinato: 40 años.
    El letrado aseguró que los forenses han certificado que la parricida tenía sus facultades cognitivas “perfectas”, es decir, sabía distinguir el bien del mal. En sus declaraciones, hizo especial hincapié en que Ruth B. V. “llevaba varios días planificando los asesinatos de sus hijos”. Así, relata que, en la jornada previa a los crímenes, preparó las pastillas sedantes, pero que, como no tuvo valor para dárselas entonces, las puso en unas tazas y las guardó en un armario de la cocina: “Ya había preparado los medicamentos para adormecerlos y luego asfixiarlos”, agregó. Preguntado por el estado del padre, Manuel Gutiérrez Collado tan solo contestó: “Imaginaos cómo está”. El juicio contra Ruth B. V. se celebrará en los próximos meses en la Audiencia. Rafael Abolafia/Jaén