No queréis arroz, pues dos platos
Una tienda de lencería de Martos se hace famosa en el mundo porque viste a una modelo con un biquini de ramas de olivo. Y también porque el Instituto Andaluz de la Mujer le abre expediente por publicidad sexista. La dueña del comercio, que no vende churros, responde con dos modelos masculinos.

Qué vende una lencería, ropa íntima, mayormente de mujer y el comercio que a ello se dedique deberá llamar la atención de ese sexo. O del otro, el caso es aumentar ventas, que para eso se montan los negocios, para ganar dinero, no para repartir principios ciudadanos y valores democráticos. Cómo lo haga, será su responsabilidad y no debería extrañarnos nunca que gente capaz dé rienda suelta a su imaginación para que lo suyo salga ganando. Si uno no se salta las leyes, que para eso están, para cumplirlas, lo demás debe quedar como anécdota. Salvo que la anécdota la convirtamos en reclamo principal para justificar lo injustificable: ¡Que es un atentado sexista que una chica pose en biquini en un escaparate de una lencería! El Instituto Andaluz de la Mujer abre expediente a la lencería de Martos que se ha hecho famosa en España. Sencillamente alucinante. Y mejor no valorar por qué se actúa contra esta empresa pequeñita, radicada en una provincia olvidada de las rutas y de los mapas, como Jaén, y no se expedienta, por ejemplo, a una multinacional con tienda en la capital jiennense que está haciendo promoción de sus productos con una chica que delante de las tetas se ha colocado dos balones de baloncesto. Hemos llegado a un punto socializante de no retorno, inimaginable, donde todo va a estar prohibido vaya a ser que alguien se moleste. Por eso, especialmente, es llamativa la reacción de la dueña de la lencería “Tentación” al expediente que le abre el Instituto de la Mujer por publicidad sexista: Ha colocado a dos chicos junto a la chica. Bien por María de la Cabeza Galán, la emprendedora marteña que cada año nos sorprende con algo novedoso para su tienda, que parece decirle “no queréis arroz, pues dos platos” a las tres asociaciones de mujeres en las que se basa el IAM para abrirle el expediente. Tengo claro que habrá molestias por lo que digo, pero digo más: De tanto bucear por lo políticamente correcto nos estamos haciendo hombres y mujeres sin aristas, planos, que no piensan, que siempre se dejan llevar, es decir, que toda estructura estatal fascistoide quiere, una sociedad aborregada.