No ocurrió
Regreso a Jaén tras una etapa de un año, durante la cual he podido, gracias a internet, estar puntualmente informado de las cosas que han pasado en nuestra ciudad, o de al menos las más relevantes. Que a lo largo de este periodo han pasado muchas cosas, no escapa a nadie. Que durante este 2013 han dejado de ocurrir muchas otras, tal vez sea algo menos evidente. Son estas otras cosas que han dejado de ocurrir, las que son apreciables tan solo cuando se está sobre el terreno.
Al regresar observo cómo, casi sin darnos cuenta, estamos concentrando la actividad inversionista en el centro ciudad, en una denodada búsqueda por el bien más preciado e infelizmente escaso en estos tiempos: los clientes. Como si la venta por impulso y la cruzada fueran los únicos argumentos para justificar la rentabilidad de las diferentes propuestas, que además y en su mayoría llegan bajo el paraguas de franquicias más o menos exitosas. Considero que faltó evolucionar para, a través de la innovación, tratar de escapar de esa imagen rural que proyectan los pueblos sin masa crítica suficiente para dar valor humano al territorio.
Compruebo igualmente la “costura urbanística” que supone el tranvía, un espacio desaprovechado en pleno núcleo urbano consolidado. Considero que faltó de la mano institucional y privada algo de emprendimiento, capacidad creativa para arriesgar y proponer o desarrollar propuestas alternativas, que supongan un proceso transformador y siendo más o menos originales pudieran dinamizar este espacio público, al que el uso social está convirtiendo en parking temporal o en tapete para el running. Con el ánimo de que las cosas ocurran, considero importante que nos planteemos si podemos hacerlas de un modo diferente, poniendo en marcha nuevas ideas y si podemos hacer mejor las que ya hacemos, con el fin de no quedar rezagados. Si la respuesta es afirmativa llegará la consecuencia inevitable del trabajo bien hecho, que no será otra que la posibilidad de llevarnos las cosas nuevas, las que veníamos haciendo o las mejoradas, a nuevos mercados y entonces sí, llegará la rentabilidad.
Luis Salido es directivo de empresas