No merecemos esto
Dado el estado de la cuestión; la profunda tristeza que me produce, ahora, la entrada a nuestra Jaén por la avenida de Madrid, hierbas y malas hierbas que crecen sin ton, ni son, a su libre existencia; césped, otrora limpio y brillante, ahora, sucio y opaco; rotondas y zonas ajardinadas otrora verdes y multicolores, ahora, amarillas y ocres,
y por pura coherencia personal, quiero hacer algunas consideraciones que complementan mi opinión aparecida en este medio hace ya dos años; y , de camino —el “posyaque”— darle otro repaso al tema del, todavía no nuestro —¿o sí?—, tranvía. Sí, yo fui uno de los que en su momento (allá por octubre del 2009), me puse al lado de los que decíamos sí al tranvía. Y lo sigo viendo como una buena solución al problema automovilístico y de transporte público que nuestro pequeño-gran Jaén tiene hoy por hoy. Una buena solución, no la única ideal y de futuro, que debería venir avalada por el firme compromiso de todas las fuerzas políticas, sociales y económicas de hacer una verdadera red tranviaria en nuestra ciudad, que llegara a más barrios, urbanizaciones colindantes y puentes y a pueblos del área metropolitana de la capital. En lo que hubiera sido una verdadera apuesta de futuro y mirada al horizonte, dejando los árboles cercanos —sí, también los del parque— y sin dejar de mirar al bosque. Pero creo que por intereses varios, entre ellos los de la empresa gestora de los autobuses urbanos capitalinos, lo que podía haber sido un proyecto faraónico de todos y, por extensión, de toda la ciudadanía, desde el principio, digo, se vio más una obra faraónica del partido en la alcaldía. Con el cambio originado tras el 22-M, estamos en un punto de no retorno que nos debería hacer reflexionar más al respecto y no olvidar. Que tras el levantamiento físico de la zona centro de Jaén, que tras el mejoramiento de la entrada a la capital desde Madrid, que tras tener aquí los vagones, que tras la formación del personal, estemos donde estemos, es de esperpento, de pena. Y sobre todo, nos debería hacer pensar en la clase de políticos que nos gobiernan. Los de antes y los de ahora. ¿Creen ustedes que piensan en nosotros, los ciudadanos y ciudadanas? Si así fuera, ¿no habrían dejado todo en orden, los salientes y tendrían ya solucionadas todas las trabas y funcionando este medio de transporte público, los entrantes? ¿O piensan más en sus partidos, intereses y confrontaciones? Por qué no juntarse, que no revolverse, unos y otros y dar por zanjado el tema, por el bien de nuestra capital, sus habitantes y los que la añoramos y visitamos siempre que podemos. Eso sí que sería toda una lección de buena gestión, eficacia y de búsqueda del bien común. Leo con alegría que, ¡por fin!, el ayuntamiento va a limpiar las zonas verdes y jardines del tranvía. Ojalá esto sea una señal de desbloqueamiento del asunto. Soñar cuesta poco.
Francisco José Campaña es maestro