No me cuentes cuentos

Aún no ha llegado el dichoso Halloween y ya tenemos saturación. Pomposas y “terroríficas” promociones en las grandes superficies desde hace un mes, también en la tienda de “los chinos” de la esquina o en la de ultramarinos de toda la vida. Trajes de brujas, caretas de monstruos, zombies… Halloween lo invade todo y le va comiendo terreno a pasos agigantados a nuestras tradiciones, a nuestras costumbres, a la idiosincrasia propia de nuestro país. Halloween, al igual que Papá Noel, el árbol de Navidad y otras tantas, van enterrando poco a poco nuestra propia esencia y van desdibujando nuestra historia. No en vano, las generaciones más jóvenes no están conociendo nuestras costumbres, están aprendiendo y creciendo con las de otros países y culturas.
Ya llevamos unos años así. Se hace necesario reflexionar para que, llegados a este punto de inflexión, nuestras acciones y celebraciones no tiendan a lo ajeno y los más pequeños conozcan y desarrollen las tradiciones propias de su país. Si no es así, a medio plazo las perderemos y quedarán relegadas a lo anecdótico en algunos libros o publicaciones, en el mejor de los casos.
No quiero que nos cuenten más cuentos americanos. No. Reivindico la Fiesta de todos los Santos, la gastronomía típica de esta época, las gachas dulces, los buñuelos, los huesos de santo. En mi memoria estos días van intrínsecamente unidos al olor a castañas asadas, a un aire ciertamente fúnebre, a historias de miedo, a apuestas de chiquillos para visitar de noche los cementerios, a velas encendidas, a flores para los que ya no están. Reivindiquemos lo propio. Contribuyamos a mantener nuestras costumbres. Y tenemos que hacerlo los mayores y transmitírselo así a nuestros niños, en casa, en los centros educativos, en los medios de comunicación. Si no es así, en breve nos veremos celebrando el día de acción de gracias, el día de la independencia, esperando la llegada de Papá Noel y atiborrándonos de sándwich de crema de cacahuete.
No, no quiero que me cuenten más cuentos americanos. Quiero los propios, los de toda la vida.

    26 oct 2015 / 11:32 H.