No al impuestazo del FMI

Jesús Luque Dorado desde Jaén. Desde el PRAO (Partido Regionalista por Andalucía Oriental) nos negamos a que sean los ciudadanos en general los que tengan que pagar el despilfarro que han cometido y permitido los grandes partidos políticos que gobiernan y han gobernado nuestro país. Por eso le decimos al señor Rajoy que no tiene por qué seguir las indicaciones del Fondo Monetario Internacional por las que cada familia española tendría que pagar un 10% del valor de su patrimonio para abonar el rescate de los bancos y cajas de ahorro que han quebrado y hundido la economía española.

    05 nov 2013 / 12:22 H.

    Ese impuestazo nos supondría a la mayoría de ciudadanos de pie tener que endeudarnos para solucionar un problema que no hemos creado.
    Queremos aprovechar la oportunidad para indicarle al gobierno de España cuál es una de las soluciones eficaces para reducir la enorme deuda de las Administraciones Públicas y así poder asumir las deudas contraídas y que cada día son mayores. Como alternativa, proponemos rescatar de la historia el modelo que ya proponían las Bases para la Elaboración del Estatuto de Autonomía para Andalucía Oriental publicadas en 1924: Una organización autonómica para la Región de Andalucía Oriental basada en una mancomunidad de diputaciones provinciales. En este sistema los diputados provinciales compondrían el parlamento autonómico. Además, los mismos diputados provinciales gestionarían la administración de la Junta en las provincias (actuales delegado del Gobierno andaluz y delegados de consejerías). Con lo cual sería considerable el ahorro en representación, dietas, sueldos, asesores, etcétera.
    Este tipo de organización territorial solucionaría también el problema de centralismo que vivimos en las distintas comunidades autónomas, donde unas ciudades y provincias se han impuesto al resto, creando un trato marginatorio; como ocurre en el caso de las provincias de Almería, Granada y Jaén en Andalucía. La solución pasaría porque el gobierno de la comunidad autónoma tuviera carácter rotatorio, visitando todas las provincias de la región autónoma, sistema parecido al que ahora utiliza la Unión Europea. Las consejerías y demás órganos de poder estarían distribuidos equitativamente por la geografía de toda la región, beneficiando de esos puestos de trabajo y riqueza a todos por igual. Esas propuestas podrían llegar a convertirse algún día en el “acercamiento del poder al ciudadano”. Debemos cambiar las leyes para que se gobierne mirando por la eficicencia en el gasto y por la igualdad de los ciudadanos de todas las provincias de España. España no puede soportar el gasto actual que conlleva el mantenimiento de diecisiete capitales autonómicas, con sus parlamentos, cientos de organismos y de empresas públicas. Mientras mantengamos el actual sistema autonómico, España seguirá hundiéndose cada vez más en la pobreza. Es hora de aportar soluciones realistas y valientes que nos lleven a la senda de la recuperación económica. Tome nota señor Rajoy.