No al aumento de ratios

Como maestro, pienso que las medidas anunciadas por el Gobierno central no son acertadas, van contra la calidad de la enseñanza y nos retrasarán (de aplicarse en nuestra comunidad) a los años 80, cuando un servidor empezó su andadura por este difícil, intenso, pero ilusionante camino de la Enseñanza de las generaciones más jóvenes de la tribu.

    07 may 2012 / 11:31 H.

    No son acertadas, porque no me parece justo, ni lógico, ni bueno, el que se recorte en un asunto tan importante como es el de la Formación, Información y Educación de los más pequeños y jóvenes. Más aún, cuando hay otros aspectos y ministerios donde se podía recortar más y obtener un mayor ahorro para las depauperadas arcas del Estado. Irrita más aún, cuando habían dicho que no se iba a recortar en ciertos temas básicos, ni iba en su programa electoral. Y de todas ellas, me centro en una por necesidades de espacio y porque se me antoja que atenta más directamente contra la calidad de enseñanza: el aumento de la ratio por clase. Con esta medida no se podrá atender de la misma forma y manera al alumnado. Por una sencilla reflexión lógica, sin apasionamientos ideológicos y mirada limpia y de progreso. Y les aseguro que no es un tema de que no sepamos llevar una clase de 30 alumnos. La sabemos llevar y más que nos pusieran. Sólo que no podremos dedicarnos de la misma forma, individualmente, a cada uno de sus desarrollos personales, de sus emociones, de sus necesidades, de sus procesos en el aprendizaje, a sus motivaciones, ¡a sus realidades!Para partiendo de ellas, —y créame señor ministro que cada uno las trae diferentes—, mostrarles los instrumentos básicos de acceso a la cultura, a su entorno, al mundo; comprenderlo, asimilarlo y mejorarlo. ¿Es lo mismo que lean, a diario, 20 o 30 alumnos sin que sea esta la única actividad escolar? ¿Es lo mismo repasarles las cuentas, o hacerles preguntas de comprensión, o corregirles los errores ortográficos en el ordenador a 20 o 30? A no ser que ustedes quieran que volvamos a la Educación de antes: nada de desarrollos curriculares diferenciados, sino uniformidad del programa de estudios, ¿también del alumnado y de la ciudadanía? Se nota que desconocen lo que son las aulas y la Enseñanza en los primeros estadíos de la Educación— característica esta de los centros educativos de influencia taylorista del siglo pasado—. Al menos esto es lo que se dice en una de las materias para estudiar en la Licenciatura de Pedagogía. Les recuerdo algunos de los parámetros de estos centros educativos: metodología dirigida al colectivo; agrupamientos rígidos; uniformidad de horarios y de espacios; disciplina formal. Según he estudiado estos centros aun habiendo resistido en el tiempo, no son el paradigma adecuado y óptimo que reclama la Sociedad del Conocimiento del futuro. Una vez más, los técnicos que dicen una cosa, y los políticos otra, o la contraria.
    Francisco José Campaña es maestro