Nieves Concostrina: “El mundo de la muerte tiene detrás de sí mucha cultura”

—¿Qué destacaría de su dilatada trayectoria profesional?
—Cursé estudios de Periodismo en la Complutense, porque siempre quise dedicarme a esta profesión. Tuve la enorme suerte en primero de carrera de entrar de prácticas en “Diario 16”, el periódico de la libertad sin ira, y ahí lo aprendí todo. Ahí estuve quince años hasta que la cabecera cerró. Me fui al paro, como mucha gente con trabajo fijo. Luego hice una incursión en televisión, con Jesús Hermida, Mercedes Milá y Pepe Navarro, pero ese medio nunca me atrapó, porque todo va muy deprisa.

24 ago 2014 / 08:42 H.

En paralelo, a mi compañero, Jesús Pozo, le ofrecieron dirigir “Adiós”, una revista del sector funerario, complicada de hacer, pero salimos bien del trance y en ella seguimos, yo como redactora jefa. Después de todo el bagaje que había cogido del mundo funerario, hice una proposición a Radio Nacional de España en 2003 para hacer una pequeña pieza en la que hablara de muerte, pero sin despegarme de la realidad. Así empezó el espacio “Polvo Eres”. En paralelo, empecé a hacer una efemérides de historia con Juan Ramón Lucas y arranqué con el apartado “El Acabóse” del programa Pepa Fernández, en el que sigo. He ido aprendiendo, porque todo lo que cuento no es que me lo sepa, es que me lo estudio. Desde hace dos temporadas colaboro con Carles Francino en la SER, en el programa “La Ventana”.

—¿Por qué la atrajo la muerte?  
—No es que me atrajera. Como tuve que trabajar en esa materia, me hizo falta documentarme y a la vez aprendía. Así me iba entusiasmando, porque el mundo de los muertos no son fantasmas, espíritus, malos rollos y yuyus. El mundo de la muerte tiene mucha cultura detrás y mucha historia. Eso me fue atrapando. Es algo divertido de transmitir. El tema no disgustó y cada vez hubo más gente que se enganchó.

—¿Qué puede decir del libro que acaba de terminar?  
—Sale el 21 de octubre en La Esfera de los Libros. Es mi primera novela, en un 95% real. Como se dice en la película de Truman Capote, sería una novela documentada. Es una historia de calle muy cotidiana, relacionada con la vida y la supervivencia y la historia de miles y miles de personas que sobrevivieron a una guerra y a una posguerra y se han dejado la piel para que una siguiente generación, nosotros, no pasara por lo que ellos. Me gusta como ha quedado.

—¿Cómo ve la residencia de artistas de la Fundación Inquietarte, a la que pertenece usted, en la aldea de Ribera Baja?  
—El motor es Jesús Pozo, la cabeza pensante. Es un proyecto con una vertiente solidaria.

—Visitó recientemente la Fortaleza de la Mota, ¿qué le parece a usted Alcalá la Real?  
—La Fortaleza de la Mota no es una joya, es un “joyón”, imponente cuando lo ves desde la carretera y cuando te metes dentro no puedes creerte lo que hay ahí. A  partir de ahora diré a mis amigos que no se les ocurra dejar de venir por Alcalá la Real.