Ni acuerdo, ni confianza

Grecia no termina de salir de su complicado laberinto, después de que concluyese una enésima reunión de los Veintiocho con la espada de Damocles de 72 horas para llegar a compromisos creíbles y concretos por parte del país heleno.

    13 jul 2015 / 09:37 H.

    Ese es ahora el horizonte temporal, con la máxima, dictada desde Alemania, de que no habrá un acuerdo a cualquier precio. Ya sí se habla claro de una posibilidad alternativa, una salida temporal del euro en caso de que no pueda alcanzarse un acuerdo sobre el nuevo programa de rescate, un “Grexit” que planeó durante toda la reunión de ayer del Eurogrupo.

    El escenario griego presenta datos muy elocuentes. El país heleno gasta cerca del 18% del Producto Interior Bruto en jubilaciones, con una pensión media de 860, frente a los alrededor de 600 de España, o un 2% para Defensa, un capítulo al que España destina el 1%. Son indicadores que sirven de ejemplo sobre las líneas maestras sobre las que parece claro que hay que pararse a discutir. Precisamente, dentro de las exigencias que la UE plantea a Grecia se encuentra un ambicioso plan de reformas de pensiones y políticas específicas, que se abordó el pasado sábado por los ministros de Finanzas pero sobre el que aún no hay decisiones tomadas, al menos, que hayan trascendido. Mientras, aunque no se manifiesta de manera expresa, desde Alemania se filtran mensajes sobre la complejidad de un tercer rescate, con el dilema de países dispuestos a seguir con el diálogo, mientras un ala más dura se escuda en la pérdida de confianza y se muestra reacia a seguir tendiendo la mano. El tiempo se acaba y el 15 de julio puede ser, por fin, el día definitivo no solo para el futuro de Grecia, sino del concepto de Europa como se entendía hasta ahora.