Necesaria ayuda social para desempleados de larga duración

El Real Decreto que aprueba hoy el Gobierno para beneficiar a los parados que agotaron la protección social y carecen de otros ingresos es una nueva medida de urgencia con la que apuntalar la situación de precariedad de muchas familias españolas.

    13 ago 2009 / 11:28 H.

    Según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, tres de cada diez parados no perciben ayuda alguna y ante los duros meses de crisis que quedan por llegar esta iniciativa cubra el “desamparo” de estos desempleados. La ayuda económica de 420 euros podrá percibirse un máximo de medio año, aunque el programa se extenderá en función de la duración de la situación económica del país. Dentro de los requisitos para percibir este subsidio está que el parado se comprometa a realizar unos cursos de formación en su comunidad autónoma. El programa, que supone un gasto para el Estado de 400 millones de euros, mitigará en parte el desalentador panorama de parados que no encuentran la forma de volver al mercado laboral. Su fin está más que justificado, y supone un esfuerzo extra para las arcas estatales que dejaron atrás el superávit y cuya deuda crece por meses. Se requiere, por lo tanto, también que cada euro público que se gaste este justificado y vaya destinado realmente a familias que sólo tienen este recurso. De igual forma, se deben penalizar los casos de parados que rechazan trabajos con ingresos similares a las prestaciones y prefieren seguir en casa. Sin caer en planteamientos demagógicos, que generalizan sobre estas situaciones, también es una incompetencia del Estado por omisión indirecta y de las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias que por falta de inspección permiten abusos incomprensibles que dejan en mal lugar al Servicio de Empleo Público. En el mismo sentido, la propia sociedad no debería ser permisiva con tanto pícaro aprovechado.