NAZARET CANTERO MUÑOZ. "Todas las historias tienen una finalidad educativa"

Juana Pastor
Desde muy pequeña fue consciente del entorno familiar en el que crecía, por lo que la responsabilidad en todos sus actos y buen comportamiento fue siempre una constante. Nazaret Cantero Muñoz nace en Jaén, aunque sus primeros años transcurren en Chiclana. Cursa sus estudios en el Colegio Santa María de Nazaret. Más tarde, sus padres, Antonio y Ana, se trasladan a Linares y fijan allí su residencia, donde continúa sus estudios hasta COU en el Colegio de la Presentación. En la ciudad minera finaliza la carrera de Magisterio y luego marcha a Granada para licenciarse en Psicología. Está felizmente casada con Javier y es madre de dos adolescentes a los que adora. Un pilar importante en su vida para crecer como persona fue siempre la estrecha y muy buena relación familiar que le une a sus padres y su hermana Dory, de los que se siente orgullosa.

    24 abr 2011 / 10:13 H.

    —¿Cómo recuerda sus primeros años?
    —Mi infancia la pasé en Chiclana de Segura, un pueblo precioso de la provincia de Jaén. Mis mejores recuerdos van unidos a una pandilla grande de amigas y amigos con la libertad y la independencia con las que se vive en un pueblo pequeño. Como las cosas se valoran más cuando se pierden, con el paso de los años, he sido aún más consciente del valor de  esos sentimientos de amistad y de la belleza de los paisajes de ese pueblo que, por estar situado en una montaña, nos ofrecía unas de las mejores vistas a los olivares y pueblos de la provincia.
    —Finalizados sus estudios, ¿dónde ejerce su profesión?
    —Al terminar Psicología, empecé a ejercer en un gabinete psicológico en Linares. Al cabo de un año, entré a formar parte de los Departamentos de Orientación de los centros Safa. Mi primer destino fue un colegio en un pueblo de Cádiz, en el que estuve dos cursos. Después  trabajé en otro centro de un pueblo de Córdoba durante seis años. Desde hace doce años vivo y trabajo en Osuna (Sevilla). Soy profesora del aula de Apoyo a la Integración en Primaria y orientadora de Secundaria.
    —Pasado el tiempo, ¿cómo ve el mundo de la enseñanza?
    —En lo que se refiere a la educación especial, que es el ámbito en el que desarrollo mi trabajo, ha habido bastantes avances: se han creado aulas de integración, aulas de compensatoria, programas de diversificación, se han incorporado especialistas y se hacen adaptaciones curriculares. Como contrapunto a estos avances, y como orientadora de Secundaria, me preocupa, por una parte, la actitud de muchos jóvenes faltos de expectativas, indisciplinados, con escasos valores en cuanto  a responsabilidad o esfuerzo y, por otra, la de tantos otros que por diferentes motivos —falta de capacidades, ambiente sociocultural desfavorecedor o frustración frente al desnivel entre sus conocimientos y los exigidos en el currículum ordinario— abandonan el sistema educativo y no llegan a obtener un título que les permita su inserción en el mundo laboral. El hecho de haber ampliado la escolaridad obligatoria, y, por tanto, la obtención del título, dos cursos más, se convierte para muchos alumnos con dificultades de aprendizaje en una meta curricular muy difícil de alcanzar
    —¿Cómo nace su vocación de autora y cuándo siente la necesidad de escribir?
    —Bueno, quiero dejar constancia de que soy autora junto con otra compañera, Ángeles Páez López, de estos cuentos. Ha sido un trabajo compartido en el que hemos puesto lo mejor de nosotras. Nos movió, por una parte, la escasez de materiales de psicología aplicada, para recomendar a familias, que traten temas de interés educativo, fáciles de leer e interpretar, con consejos sencillos y prácticos y, por otra parte, la idea de elaborar instrumentos de trabajo que fuesen atractivos para los niños —nada mejor que un cuento— acompañado además de actividades para trabajar en casa o en el colegio. Esta necesidad de tener herramientas educativas accesibles para los padres y a la vez atractivas para los niños es lo que nos llevó a crear estos materiales prácticos.
    —¿Por qué cuentos infantiles?
    —Porque para tratar cualquier tipo de problema con menores, el cuento es la herramienta más valiosa y atractiva con la que hacerles reflexionar sobre diferentes situaciones en las que se pueden encontrar. Para ellos es fácil identificarse con los personajes.
    —¿Qué define a estos cuentos?
    —Una diferencia, con la mayoría de cuentos, es que cada libro no contiene solo el cuento, sino que este va acompañado también de información para educadores y familiares, sobre el asunto que trata y de actividades para trabajar en casa o en el colegio. También es importante señalar que son cuentos educativos para ayudar  a modificar conductas. Como decimos en nuestro prólogo: “Estos cuentos no están pensados para dormir, sino para despertar”
    —¿Cuál es la temática y para qué edades?
    —La temática es muy diversa. Tenemos ocho libro-cuentos y cada uno trata un tema educativo diferente. “Había una vez una tortuga” habla de la autoestima; “Había una vez un gatito”, de la atención; “Había una vez una abeja”, del autocontrol; “Había una vez un perrito”, de la responsabilidad; “Había una vez un potro”, de la amistad; “Había una vez una osita”, de los celos; “Había una vez una liebre”, de la memoria, y “Había una vez unos erizos”, de la resolución pacífica de conflictos.
    —¿En qué o quién se inspiran?
    —En nuestra experiencia como psicólogas hemos conocido muchas situaciones y casos que, de una forma u otra, te enriquecen para escribir. Sin embargo, ninguna historia está inspirada en una persona o situación  en concreto, surgen de nuestra imaginación. La única parte de realidad que tienen estos cuentos es que están recreados en lugares que tienen un significado especial para nosotras. Por ejemplo, el cuento de “Había una vez una liebre” está recreado en Chiclana de Segura y en los paisajes de Jaén. Es mi pequeño homenaje a un pueblo al que estoy ligada de por vida.
    —¿El escritor o escritora cuenta con ayuda o subvenciones?
    —Si no tienes ninguna editorial que publique tu trabajo, es muy costoso correr con los gastos de diseño, ilustración, impresión y distribución. Nosotras tuvimos la suerte de que la mejor editorial de psicopedagogía de España (Cepe) aceptase nuestro trabajo y decidiera publicárnoslo, haciéndose cargo de la mayor parte de los gastos. Nos publicaron 3 cuentos en un principio, en 2005, posteriormente, nos editaron 3 más, en 2007 y, en 2010, nos publicaron los dos últimos. Gracias a estar respaldadas por una gran editorial nuestros libros se pueden adquirir por toda España y por varios países de Suramérica.
    —¿Es fácil escribir para niños?
    —Puede parecer fácil, pero no lo es. Detrás de cada libro-cuento hay muchas horas de trabajo porque todas las historias tienen una finalidad educativa. Hay que tener clara la idea de lo que se quiere transmitir. En nuestros cuentos no existen varitas mágicas que solucionen situaciones creadas, es el protagonista de cada historia quien, a través de la aceptación de una situación y mediante el esfuerzo personal, logra el desenlace final. Los protagonistas, aunque sean animales, reflejan las características psicológicas que cualquier niño presentaría ante la dificultad o problemática planteada en el cuento. Finalmente, para darle forma a cada una de las historias, sólo hace falta imaginación.