“Nadie se preocupa del SUNP-7”

Por no tener, el barrio no tiene ni nombre. Una denominación técnica, SUNP (suelo urbanizable no programado), y un número, el 7, son la única forma de dar con un espacio en la capital que, denuncian sus vecinos, está en un olvido permanente por parte de las autoridades municipales.

24 may 2015 / 08:44 H.


Se trata del SUNP-7, un barrio que se ubica entre Las Fuentezuelas, la carretera de Córdoba y la zona conocida popularmente como “Casas de Juan León” y que tiene, aproximadamente, un kilómetro de extensión. Mil metros en los que los vecinos, que ya son más de un centenar, solo encuentran a su disposición un depósito para cada tipo de residuo. “Vivo en la zona más alta del SUNP-7 y el único contenedor que hay está abajo del todo. Tengo que andar casi 10 minutos para poder tirar la basura”, explica Jesús Coca, uno de los vecinos, que lamenta la dejadez permanente en la que se encuentra este espacio de la capital: “Nadie se preocupa del SUNP-7. El mejor ejemplo es que hace más de dos meses se rompió una arqueta, lo denunciamos a la Policía Local y, desde ese momento, la única solución ha sido poner una valla de hierro sobre el agujero, lo que es un auténtico peligro”, sentencia.
Este jiennense llegó hace dos años al barrio y desde entonces  el número de papeleras que hay instaladas es el mismo: cero. Una situación que solo les acarrea problemas. “Si salgo a pasear el perro y recojo sus excrementos no tengo donde echarlos, porque no hay ni una papelera en todo el barrio. Además, cuando la gente hace botellón en esta zona lo dejan todo lleno de basura, porque no tienen donde tirarla”, apunta el vecino, quien explica que sus quebraderos de cabeza no acaban ahí. “Las parcelas que no están construidas son un foco de insalubridad y hacen que tengamos insectos en las viviendas, más ahora cuando llega el calor. Y estas parcelas, por ley, tienen que estar valladas y curadas. Y el colmo es que tenemos huecos en las aceras para los árboles, pero nunca hemos visto uno plantado aquí”, concluye. La situación ha sido comunicada, personalmente, por algunos vecinos a las autoridades municipales, pero, según denuncian, “nunca” les han dado una contestación.