04 dic 2008 / 23:00 H.
Debemos decir basta y lo hacemos porque no es justo lo que algunas organizaciones no gubernamentales, jaleadas por algunos medios de comunicación, están haciendo con Jaén. Jaén es tierra solidaria desde tiempo inmemorial, lo ha sido y lo es ahora que miles de inmigrantes se acercan a nuestros pueblos y ciudades en busca de un jornal en la aceituna que no existe. Tampoco existía hace un año, pero ahora, con la crisis, son los propios jiennenses los que demandan trabajo en el tajo de su pueblo, y por lo tanto no hay para nadie más, sean vecinos de otro pueblo o foráneo de otros países, como los inmigrantes que llegan a decenas de otros lugares de España. Ha cundido la voz de que en Jaén con la campaña de la recolección de la aceituna hace falta mucha mano de obra y cuando se cercioran de que no es así son los propios inmigrantes los que aseguran que se les da el billete de autobús hasta Jaén desde Almería, desde Madrid y desde Valencia, exactamente. Aquí les damos lo que tenemos, incluso por encima de nuestras osibilidades. Las organizaciones no gubernamentales como Cáritas y la Cruz Roja están al borde del colapso, pero es que también las Administraciones públicas están haciendo lo que pueden y más para hacer frente a semejante avalancha de inmigrantes que deambulan por nuestras calles. Hasta ahora han sido más de veinte mil comidas las que han dado los albergues de la provincia, lo que da muestra, de un lado, la magnitud del problema que se nos ha presentado y, además, debe servirnos de orgullo. Que nadie nos acuse de xenófobos y racistas, como están haciendo algunos medios de comunicación nacionales, porque aparte de que es completamente falso, Jaén puede sentirse orgullosa de lo que hace. Evidentemente que podríamos superarnos, pero hacemos más de lo que hacen en otros lugares de España.