Nadal pasa a tercera ronda en Australia, donde jugará con el alemán Tommy Haas
Sin la espectacularidad del primer partido ante el belga Christophe Rochus, pero con tranquilidad, el español Rafael Nadal, número uno del mundo, superó al croata Roko Karanusic, 92, por 6-2, 6-3 y 6-2, y se colocó en la tercera ronda del Abierto de Australia.
Nadal sigue sin sufrir en los primeros compases del primer Grand Slam de la temporada. Parece como si su nombre atemorizase a los rivales que le salen al paso y éstos claudicaran desde el inicio. Rochus le aguantó 77 minutos, y el talentoso e imprevisible Karanusic veinte minutos más hoy. Dos pruebas que no han servido aún para comprobar el actual estado de forma de Nadal. Karanusic salió a la pista como si el partido de hoy fuera una fiesta. Sin tensión, jugando sin ritmo, durmiendo la bola la mayoría de las veces, y enviando en otras auténticos misiles que desconcertaron a Nadal. Su estilo de juego, tan propio como inusual, le pueden dar resultados en otras instancias, como los “challengers” de Belgrado y Kolding (Dinamarca) que ganó el año pasado, pero no en un Grand Slam y menos ante un jugador cuya regularidad le ha llevado a lo más alto. Sin haber ganado jamás ni a un jugador situado entre los diez primeros del mundo, ni a un zurdo, el croata lo tenía difícil. A pesar de que había dicho que se consideraba mejor física y mentalmente que Nadal, ante el que sólo cedía en la técnica. Si a eso se suma que se trataba de su primer enfrentamiento contra un número uno del mundo, las complicaciones se multiplicaban. Pese a todo, Nadal no se despistó. No estuvo tan acertado con el servicio como ante Rochus, pero su nivel está a años luz del de su rival, que no le dio el ritmo necesario que puede necesitar en la siguiente instancia. En la tercera ronda, Nadal se medirá con el alemán Tommy Haas, que venció al italiano Flavio Cipolla, por 6-1, 6-2 y 6-1