Nada es casual

Nada es casual en la estrategia emprendida hace décadas en España. Ni el PP ni el PSOE están exentos de culpa en dicha estrategia. Si uno se detiene, observa con detenimiento la publicidad en los medios, se percatará de hacia dónde querían dirigirnos. Abundan anuncios de sanidad privada, planes de pensiones, seguros de vida, y de vez en cuando de condones, por aquello de darnos también un gusto a los pobres y que no pensemos demasiado.

    02 dic 2013 / 11:37 H.

    En un país donde no es precisamente la memoria colectiva algo que destaque, olvidamos, ayudados por la presión mediática, muy fácilmente. Hemos olvidado que el PSOE del 82 ilusionó a todo un Estado en igual cuantía que defraudó a toda la ciudadanía. Fue el primer gobierno del PSOE, sí, aquel de OTAN no pero sí, el que dándonos migajas fue capaz de vendernos a los mercados, había que ser europeos a toda costa. Y claro, tras el PSOE, el PP lo tuvo fácil. Hasta nuestros días no han hecho nada que los socialdemócratas no hicieran también, con el agravante de enseñarles el camino. González empezó a privatizar lo público, precarizar el empleo, concertar con la Iglesia y no poner coto a la salud privada. Aznar, y ahora Rajoy, solo echan agua al árbol plantado. Y aquí estamos. A las oportunidades perdidas para nuestra modernización, haber quemado a los inquisidores de la Edad Media, haber dejado que los franceses nos trajeran aires frescos, hay que sumar una Transición de mierda que solo ha conseguido que España se hunda más y más en la miseria. Muy español todo.

    Agente ferroviario
    Manuel Pérez Perálvarez