Muy señor mío
Desde Orense. Las noticias decían que el Gobierno había cambiado diez ministros. Pero empecé a sospechar cuando añadieron que el cambio se produjo tras la acusación por corrupción a solo tres ministros.
Y cuando dijeron que esa corrupción había provocado grandes manifestaciones, me convencí de que no hablaban de España. Porque mientras en Turquía y otros países aún más cercanos, desde Grecia hasta Portugal, los ciudadanos se preocupan, además del fútbol, de sus intereses reales, y consiguen algunos cambios, aquí seguimos esperando que el año que viene nos caiga ese Gordo; no nos queda ya ni el recurso de rezar para que caiga del cielo un rayo justiciero, como nos exhortaban los obispos a pedir cuando gobernaba el desgraciado Zapatero.
Josefa Ortega Olivar