Mursi abandona el palacio presidencial por las cargas
Las inmediaciones del palacio presidencial egipcio fueron ayer escenario de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en el marco de los cuales los agentes, pese a utilizar gas lacrimógeno, no lograron impedir que parte de los asistentes a la concentración saltasen el cordón policial, según la televisión estatal.
Los choques se saldaron con al menos ocho heridos, según un portavoz de los servicios de seguridad. Algunos de los manifestantes atacaron un carro blindado de la Policía y golpearon a su conductor, dijo esta fuente.
El presidente, Mohamed Mursi, abandonó el edificio a raíz de los enfrentamientos que se estaban produciendo en los aledaños, según dos fuentes de la jefatura de Estado consultadas por Reuters. La movilización fue presentada por los organizadores como una “última advertencia” contra Mursi. El decreto que el presidente aprobó el 22 de noviembre y por el cual amplió sus competencias ha vuelto a sacar a miles de personas a las calles para gritar, como hiciesen contra Hosni Mubarak, “el pueblo quiere la caída del régimen”.
“Vete, vete”, gritaron algunas de las personas concentradas junto al palacio presidencial, donde se ondearon banderas en las que aparecían escritas frases como “no a la constitución”. Dos de las marchas que confluyeron junto a la residencia de Mursi partieron de mezquitas de la zona norte de El Cairo. “Muchos de nuestros líderes nacionales y jóvenes se unirán a nuestras marchas”, había advertido un portavoz de la coalición opositora, Hussein Abdel Ghany, al informar de una manifestación que describió como “contra la tiranía”. “No variaremos nuestra posición hasta que cumplan nuestras demandas”, subrayó. Liberales, movimientos de izquierda y cristianos, entre otras ideologías, acusaron a Mursi de promover una nueva dictadura a través de la constitución.