Murdoch niega que News International actuase como una mafia

El presidente y director ejecutivo de News International, James  Murdoch, ha negado este jueves que esta empresa actuase como una  mafia en el escándalo de las escuchas ilegales que llevó al cierre  del tabloide británico 'News of the World'.

    10 nov 2011 / 15:54 H.

    Al interrogar a Murdoch en el Parlamento británico, el legislador  Tom Watson, del Partido Laborista, ha sugerido que News International  ha adoptado la norma de la 'omertà', por la cual "un grupo de  personas obligadas por el secreto persiguen los objetivos  empresariales del grupo sin importarles lo que diga la ley", según ha  informado la cadena BBC. Esa es, a su juicio, "una descripción acertada de News  International", la compañía del grupo News Corporation que publica  periódicos en Reino Unido. James Murdoch, hijo del magnate de los medios de comunicación  Rupert Murdoch, ha dicho que esa afirmación es "ofensiva" y además  "no es cierta". En este contexto, ha asegurado que en 2008 no sabía  que las escuchas ilegales las había estado realizando más de un  periodista y ha calificado de "erróneos" los testimonios de dos  antiguos directivos del tabloide que dijeron lo contrario a los  parlamentarios. Murdoch ha repetido al comité que investiga este caso que cuando  en junio de 2008 autorizó un acuerdo extrajudicial con el director  ejecutivo de la Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra  y Gales, Gordon Taylor -cuyo teléfono móvil fue intervenido por  'News of the World'-, no estaba al tanto de que las escuchas no las  había estado realizando solo Clive Goodman, el periodista que se  ocupaba de los temas de la Casa Real británica y que fue encarcelado  en 2007. Watson ha dicho al presidente de News International: "Usted debe  de ser el primer jefe mafioso de la historia que no sabía que estaba  dirigiendo una empresa criminal". Su interlocutor ha respondido que  ese comentario le parece "inapropiado". Aunque lo que ocurrió en 'News of the World' es "algo muy  lamentable", cuando aparecieron las pruebas "actuamos (...) con gran  celo y diligencia para llegar al fondo de ese asunto y mejorar los  procedimientos para asegurarnos de que no sucedía de nuevo", ha  recalcado Murdoch. El empresario también ha afirmado que nadie le había enseñado el  documento presentado en junio de 2008 por el bufete de abogados  Farrer and Co, que asesoró a News International en el caso de Gordon  Taylor. En ese documento se advertía de que en News Group Newspapers --que  también publica 'The Sun'-- había "una cultura de acceso ilegal a la  información para elaborar artículos que publicar" y de que si eso  saliese a la luz sería "extremadamente dañino" para la reputación de  la empresa.
    Murdoch ha dicho que, "evidentemente", alguien dentro de la  compañía había leído ese documento y también un mensaje de correo  electrónico que, al parecer, contenía transcripciones de mensajes del  buzón de voz de Gordon Taylor que ponían de manifiesto que su  teléfono había sido pinchado.
    Cuando le han preguntado si algún otro periódico de News  International podría haber llevado a cabo prácticas ilegales, el  empresario ha dicho que la reciente detención de un periodista de  'The Sun' es un asunto "muy preocupante". Pero ha agregado que por  ahora no tiene "conocimiento de que otros periódicos hayan pinchado  teléfonos". Además, ha señalado que se ha "restringido seriamente" la  contratación de investigadores privados en los periódicos de la  empresa y que ahora los reporteros no pueden recurrir a ellos si no  tienen la aprobación del director ejecutivo. 'News of the World' desapareció el pasado julio, después de que se  supiera que había accedido ilegalmente a los buzones de voz de los  teléfonos de un gran número de personas, entre ellas la adolescente  asesinada Milly Dowler. James Murdoch, su padre y Rebekah Brooks, exdirectora del  tabloide, aseguran que no conocieron el verdadero alcance de esa  práctica hasta que a finales de 2010 se solicitaron pruebas en el  marco de procesos judiciales. La Policía Metropolitana de Londres ha elevado a 6.000 el número  de personas que, según sus cálculos, podrían haber tenido sus  teléfonos pinchados.