Mujeres salvando el mundo
Las mujeres rurales son más de 1,6 billones de la población mundial. Sólo el 2 por ciento tienen la propiedad de la tierra. Las dos terceras partes de la población mundial analfabeta son mujeres. La inmensa mayoría de las mujeres del mundo están exhaustas de trabajar y la pobreza sigue teniendo rostro de mujer.
El 16 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer Rural, fue designado para resaltar y potenciar el papel de las mujeres campesinas y agrícolas de los países en desarrollo y “desarrollados”. Estos días en varias localidades de nuestra provincia se han desarrollado actos en este sentido. En Andalucía, en Jaén, muchas mujeres continúan viviendo a medio camino entre el papel tradicional de la cultura patriarcal restringido al ámbito privado-doméstico y el de colaboradora necesaria de la explotación familiar. Las mujeres trabajan, trabajan mucho, pero no es un trabajo reconocido socialmente, ni oficialmente, parece que no existiera. Los avances en igualdad no los han vivido las mujeres rurales a la misma velocidad que el resto. Los organismos internacionales llevan años alertando de la necesidad de desarrollar medidas contundentes para el empoderamiento de las mujeres rurales, no sólo por una cuestión de Derechos Humanos, sino porque las mujeres además de ser fundamentales para el bienestar de las personas y comunidades, también lo son para la productividad económica general, dada la amplísima presencia de mujeres agrícolas en los países en desarrollo, que son las que producen, preparan y procesan los alimentos. De ellas es la responsabilidad de la nutrición, la salud, la supervivencia. Sostienen la vida sin decidir sobre ella, sin voz, invisibles. Si el 76 por ciento de la extrema pobreza se concentra en las zonas rurales, garantizar el acceso de las mujeres a los recursos financieros, productivos, educativos y la toma de decisiones, contribuirá a reducir el hambre, y la desigualdad. Salvando a las mujeres podríamos mejorar el mundo.