Mujer y universidad

Resulta curioso que desde hace unos años la Universidad de Jaén tenga establecida una alternancia mañana-tarde para que los estudiantes cursen algunas de las carreras que se imparten. ¿Quién se ha preguntado que esta es la demanda universitaria que hay en la provincia de Jaén? ¿Es quizá la única forma en la que puede funcionar una Universidad de tamaño pequeño o medio?

    05 mar 2012 / 11:52 H.

    Tal vez esto se haga por motivos de disponibilidad de aulas, de profesorado, en definitiva: por cuestiones económicas. De acuerdo, en Jaén sabemos que los bienes son escasos y que hay que repartirlos y administrarlos con mucho tino. Pero me niego a aceptar que esta alternancia anual sea un sistema de justicia. El cambio “año de mañana, año de tarde”, no puede prevalecer sobre las circunstancias personales. Primero, se debe intentar satisfacer la elección de cada estudiante; después si no existe posibilidad de contentarlos a todos, es cuando se deben establecer los descartes oportunos en los que intervenga el azar. El sistema debe permitir que todo el mundo pueda elegir grupo cada año y no imponerlo “per se”. Entiendo, con todo respeto, que aquí, en la Universidad de Jaén, esto se está haciendo al revés. ¿Por qué un estudiante, cuando se plantea hacer una carrera en nuestra tierra, ha de tener la seguridad de que en esos años nunca dispondrá de mañanas ni de tardes libres? Lo lógico sería asegurarle que si se matricula de mañana siempre podrá estudiar por la mañana: los cuatro años. Y que tendrá las tardes libres para seguir con sus estudios en el Conservatorio, o en la Escuela de Idiomas, o la posibilidad de conseguir un trabajo por horas en esas tardes libres. Igualmente, a un funcionario o a una mujer trabajadora lo que les conviene es tener la seguridad de que podrán cursar su carrera los cuatro años por la tarde, porque lo normal es que ningún funcionario puede ir a la Universidad de Jaén por la mañana. Por ello, en estos días quiero rendir un homenaje a las mujeres que han comenzado o reanudado sus estudios y acceden a la Universidad aprovechando el mismo horario que sus hijos tienen en la Escuela o en el Instituto. Homenaje a las que empiezan el primer curso por las mañanas y la Universidad de Jaén las obliga en segundo a ir por la tarde, a las que los Decanos se niegan a atender sus circunstancias personales y familiares. Homenaje a los profesores que les permiten y facilitan el cambio de grupo. También mi recuerdo para algún profesor, que se dice y tiene por “feminista” y se niega a cambiar a estas personas de grupo. Francisco León Valenzuela es abogado