Muerte y relevo en la hermética dictadura hereditaria norcoreana

El líder norcoreano Kim Jong Il falleció el sábado a causa de un 'infarto agudo de miocardio', informaron ayer los medios oficiales del régimen comunista de Pyongyang. Tras difundir la noticia, los jerarcas del país anunciaron la designación inmediata del tercer hijo del fallecido, Kim Jong Un, como líder supremo y nuevo dirigente de uno de los regímenes nucleares más empobrecidos, volátiles y enigmáticos del mundo.

    19 dic 2011 / 20:49 H.

    Jong Un es asimismo nieto del primer gobernante comunista de Corea del Norte, Kim Il Sung. Corea, dividida desde el final de la II Guerra Mundial, está en la ya muy magra lista de países divididos por la Guerra Fría entre la URSS y EE UU, acabada hace justo 20 años.
    Un escueto comunicado oficial detalla que Kim Jong Il murió en torno a las 08:30 horas —hora local, 00:30 hora española— del día 17 de este mes durante un viaje en tren. Poco después de anunciarse el fallecimiento, Corea del Sur puso sus tropas en estado de alerta, a la espera del próximo movimiento de su país vecino, con el que lleva en estado de alto el fuego desde el fin de la guerra civil, en 1953. La frontera es la más militarizada del mundo desde entonces y hace un año la tensión entre ambos regímenes se saldó con el bombardeo de una isla limítrofe que causó víctimas civiles.
    Los últimos kremlionólogos calculan que el régimen norcoreano comenzó a preparar la sucesión de Jong Il en septiembre de 2008, cuando según los espías de EE UU sufrió un grave infarto que debilitó su salud.
    A pesar de que recientemente había mostrado buena forma en sus visitas a China y a Rusia, cada vez eran más frecuentes las apariciones de su heredero, nombrado en septiembre de 2010 vicepresidente de la Comisión Central Militar del Partido de los Trabajadores, así como general de alta distinción del Ejército.
    El joven sucesor —según los servicios de Inteligencia norteamericanos no llega a los 28 años— coge las riendas de un país monolítico. “Todos los miembros del partido, militares y el pueblo deben seguir fielmente el liderazgo del camarada Kim Jong Un y proteger, así como fortalecer aún más, el frente unido del partido, el Ejército y el pueblo”, rezó el anuncio de la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.
    Jong Il asumió el poder tras la muerte en 1994 de su padre y fundador del Estado. Durante su mandato de 17 años ha irritado a Occidente con su programa nuclear y la constante amenaza de invadir Corea del Sur.
    También ha dejado a su país en la ruina. Una salvaje hambruna declarada al principio de los años 90, tras el colapso de la URSS, dejó según las estimaciones de desertores del régimen y ONG —las únicas en un país que confunde la propaganda con la realidad— cerca de un millón de muertos entre sus 22 millones de habitantes del país. Desde entonces, Corea del Norte lucha contra la falta de alimentos. Paradógicamente es el enemigo, Corea del Sur quien aporta grandes cantidades de alimentos. Redacción/Madrid