Motor para Aldeaquemada
Una subvención de más de 130.000 euros sufragada por la Junta de Andalucía permitirá al Ayuntamiento de Aldeaquemada mantener en óptimas condiciones la de- hesa de Navalacedra, uno de los mayores motores de la economía local. Se trata de un monte municipal de 1.650 hectáreas —16,5 kilómetros cuadrados— que destacan por su riqueza natural y paisajística. La empresa madrileña Sotoayuda es la adjudicataria de la intervención en el espacio público de Sierra Morena.
El alcalde “aldeano”, Manuel Fernández (PP), subraya que las tareas, ya en marcha, consisten, por un lado, en podas y entresacas de las encinas. Además, los espacios abiertos se sembrarán de cereales y se abonarán, para conseguir pastos para las especies cinegéticas. Ya se ha ejecutado la construcción de dos embalses con capacidad para alrededor de cincuenta mil litros de agua cada uno, que sirven de abrevadero a los animales salvajes. Uno de los aspectos más interesantes radicará en la colocación de más de mil cajas nido, una especie de jaulas en las que criarán las aves insectívoras. Asimismo, en las áreas ribereñas, propicias para la proliferación de la especie, se plantarán cuatrocientos fresnos.
Entre los apartados más singulares destaca la creación de majanos, confeccionados con palés de madera que se cubren con piedras y maleza. Tales estructuras beneficiarán la cría de los conejos. Precisamente los roedores son el sustento principal de dos de las estrellas fauníticas de Navalacedra, el lince ibérico y el águila imperial, animales muy vulnerables. “Los montes de Aldeaquemada son ‘linceros’ desde siempre y ahora, después de las sueltas del felino, mantienen poblaciones”, explica Manuel Fernández, quien valora las posibilidades del proyecto, que quedará terminado antes de que comience la próxima primavera.
economía. Fernández elogia el provecho que se sacará de la ayuda autonómica perteneciente a la convocatoria de Biodiversidad. Al respecto precisa la mano de obra necesaria en las tareas con contrata en Aldeaquemada. Por otra parte, insiste en la importancia de Navalacedra para la economía local. Hace hincapié en la profusión de especies de caza, como los ciervos, los muflones, los jabalíes y los ánades reales. Más allá de la berrea, como espectáculo que llena las casas rurales durante el otoño, el alcalde detalla que las especies cinegéticas surten la industria cárnica del municipio.
Por otra parte, las maderas de la dehesa de Navalacedra abastecen a la cooperativa maderera y la planta de biomasa, con un pellet muy demandado por su calidad, de manera que, de acuerdo con Manuel Fernández, se han superado las expectativas de producción por la demanda. El alcalde dice que las mil hectáres de dehesa y las 650 de pinar conforman un paisaje —próximo igualmente a la cascada de la Cimbarra y de fácil acceso— que atrae turismo especializado, como el de observación de buitres y otras aves.