Morenita.-Una noche de intensa devoción

Miles de devotos procedentes de todos los rincones del país se congregaron, en la noche del pasado lunes, en el cerro del Cabezo para participar en los actos conmemorativos del 787 aniversario de la Aparición de la Virgen de la Cabeza al pastor de Colomera, Juan Alonso de Rivas. Fue una cita religiosa y popular que estuvo llena de devoción y de momentos muy especiales y emotivos. Sesenta y cinco hermandades filiales y cuatro procofradias asistieron a esta convocatoria, impulsada desde la Cofradía Matriz y la Comunidad Trinitaria.

12 ago 2014 / 22:00 H.


Los actos comenzaron con el recibimiento de cada una de las hermandades filiales y la presentación de ofrendas y frutos a La Morenita. Después, llegó uno de los momentos más esperados de la noche, el traslado de desde su camarín hasta las andas procesionales. La Reina de Sierra Morena lució un manto de terciopelo de color rosa bordado en oro, donado en 2001. Completaban el atuendo la saya y mantolín que estrenó en 2009 con motivo del Centenario de la Coronación Canónica. La sagrada talla, que fue portada a hombros por un buen número de anderos, salió desde el templo sagrado hasta el altar exterior, que se ubicó en la explanada del Santuario, junto al aljibe. Lo hizo entre vítores y aplausos. Fue, sin duda, uno de los momentos más emotivos de esta cita.
Una vez colocada la imagen en el altar de campaña, se rezó el santo rosario, que este año, como novedad, fue con cánticos a cargo del coro de la Cofradía Matriz y citas de párrafos del Evangelio alusivas a los misterios del rosario. Mientras, los fieles escuchaban con sus antorchas encendidas. La eucaristía fue presidida por el obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo, y concelebrada por una treintena de sacerdotes. Una vez concluida, comenzó la procesión de La Morenita por la calzada principal hasta alcanzar la plaza del poblado, donde la esperaban una multitud de fieles. Durante el recorrido, la comitiva, que contó con la participación de las cofradías asistentes por riguroso orden de antigüedad, realizó dos paradas, una en la casa de la Cofradía de Jaén y, otra, en la de Andújar.
El regreso de La Morenita se realizó por la carretera. La entrada a su basílica menor se produjo en torno a las tres y media de la madrugada del martes. Fue otro momento emocionante, lo mismo que el devoto besamanto, que duró hasta las cinco y media de la madrugada. Una salve cerró los actos.